La elección de Jopala, Puebla, por sus circunstancias extraordinarias e inusuales, fue histórica y está considerada, por la nutrida participación de sus ciudadanos, como una de las más legítimas del país, en lo que se refiere a los procesos concurrentes 2020-2021.
El pasado 6 de junio, en aquel municipio de la Sierra Norte acudió a las urnas un número de ciudadanos y ciudadanas verdaderamente notable y digno de reconocimiento: alrededor de 80 por cierto de los más de nueve mil ciudadanos inscritos en la Lista Nominal.
El triunfo fue por un amplio margen de más de 14 puntos, para Fabio Becerra Méndez, quien fue candidato de Movimiento Ciudadano (MC).
Hoy es el presidente municipal electo, con constancia de mayoría, y el Instituto Electoral del Estado (IEE) ha determinado, luego de revisar toda la ruta procesar, la validez de esa elección.
Sin embargo, con una mala asesoría jurídica y motivaciones inexplicables y aviesas, el derrotado ex abanderado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Ismael Basilio Mora, pretende que el proceso municipal se anule.
Un despropósito absoluto.
Sin, hay que decirlo con todas sus letras, materia jurídica.
En su inexplicable afán, el perdedor en Jopala ha recurrido a una narrativa ficticia.
Llena de argumentos ilógicos y hasta pueriles.
Un caso para la antología del absurdo.
Es tan desquiciada su pretensión, que incluso en sus argumentos reclama supuestas “irregularidades” que, en caso de existir, son más bien culpa de su propio partido y su propio equipo.
Vamos por partes.
En su narrativa, el perredista dice que quedó a tres puntos porcentuales en los resultados finales.
Falso.
Ismael Basilio, quien en 2018 perdió también con las siglas de Morena, obtuvo solamente mil 664 votos.
En cambio, el presidente electo, Fabio Becerra Méndez, consiguió dos mil 720.
Entonces, si hubo 7 mil 349 votos, incluyendo los nulos, la diferencia de mil 056 sufragios representa 14.36 por ciento.
Asegura el quejumbroso que hubo “irregularidades” el 6 de junio, día de la jornada electoral.
Sin embargo, ante el Consejo Municipal del IEE no hubo ninguna denuncia.
El equipo jurídico del candidato derrotado aduce “vicios electorales y violencia”.
Sin embargo, nuevamente, no hay pruebas de ello.
Hay una denuncia, considerada como un hecho aislado, contra simpatizantes de MC, pero no contra el hoy presidente municipal electo.
El ex abanderado del PRD también asegura que no se verificó el número de boletas que serían utilizadas en esa jornada comicial, pero en cambio, sí hay documentación de su representante validando la legalidad de la papelería.
Bueno, ha salido hasta con que los funcionarios son familiares del ganador.
Y así, una retahíla de argumentos ilógicos, sin ninguna validez jurídica.
Encima, todas estas denuncias, que hoy se saca de la manga, no fueron reportadas en el momento procesal adecuado.
Para que entandamos: viene a acusar fallas, omisiones y anomalías de la preparación de la elección.
¿No las vio?
Porque no existieron.
Pero ahora las evoca.
Para acabar, no se trata siquiera de una impugnación formal.
Hasta el cierre de esta edición, lo único que existía era un “recurso de inconformidad” ante el Consejo Municipal del Instituto.
¿Qué quiere?
¿Negociar posiciones?
¿Algún otro beneficio?
¿Violentar el municipio con la complicidad, tal vez, del actual presidente municipal?
No hay duda: sólo hay algo peor que perder…
Y es no saber perder.
LEOBARDO RODRÍGUEZ, A LA CABEZA DE LA TRANSICIÓN MUNICIPAL
Desde el equipo de la alcaldesa saliente, Claudia Rivera Vivanco, se ha encargado la transición al regidor electo y ex secretario de Administración, Leobardo Rodríguez Juárez.
La decisión es acertada en lo político porque Leobardo reúne las características para tejer un cambio de estafeta terso, a pesar de lo dura que fue la campaña y del ruido del entorno.
También es viable en lo administrativo por sus conocimientos, su jerarquía y la información que posee de los procesos internos de todas las áreas del gobierno claudista.
Leobardo Rodríguez será el puente directo y el interlocutor con el equipo de Eduardo Rivera Pérez, tanto para que fluya la información como para aclarar las dudas que sin duda van a surgir en el proceso de entrega-recepción, que este miércoles arrancó formalmente con la primera reunión entre la presidenta municipal en funciones y el presidente municipal electo.
Que haya suerte.
Capacidad la hay.