El caso de las presuntas violaciones sexuales que hace años cometió el senador con licencia de Morena, Félix Salgado Macedonio, precandidato también a la gubernatura de Guerrero, tiene para los poblanos un interés muy especial, pues la suerte de su postulación, que incluso ha defendido el presidente Andrés Manuel López Obrador, en buena medida está en las manos de una poblana: Eloísa Vivanco Esquide, feminista, presidenta de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) morenista y mamá de Claudia Rivera Vivanco, alcaldesa de la capital y aspirante a la reelección.
El tema, de por sí grave, ha tomado mucha relevancia nacional, porque desde el mismo Movimiento Regeneración Nacional (Morena) le han exigido al Presidente de la República que no permita que el impresentable Salgado Macedonio llegue a esa candidatura.
En ese estado, los números favorables al partido oficialista son muy claros y, se prevé que, si el llamado Toro Sin Cerca llega a ser abanderado, luego será inexorablemente gobernador.
En medio de la campaña #RompeElPacto, con el que mujeres y hombres de todos los partidos y actividades demandan a López Obrador retirar su apoyo al guerrerense, es que en los próximos días la CNHJ deberá tomar una decisión.
Eloísa Vivanco es ahora mismo observada con lupa.
Seguramente con presiones abrumadoras.
El (siempre decepcionante) Presidente ha dicho que “ya chole” con estas campañas y ha endilgado a los medios la responsabilidad de un interés oculto en estas denuncias, que casualmente, dice él, aparecen ahora en tiempo de campaña.
La verdad es que Félix tiene un negro, negrísimo historial, desde siempre.
Desde que a finales de los años 80 se le llamaba el Diputado Costales, por arrojar en el salón de sesiones de San Lázaro uno lleno de boletas quemadas que supuestamente comprobaban el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas en la contienda presidencial de 1988.
Cómo olvidar sus desfiguros en televisión nacional, con una altísima intoxicación etílica golpeando policías en la Ciudad de México.
Sus desmanes en motocicleta, en Acapulco, en donde fue alcalde.
Cualquiera que sea la decisión de la CNHJ pesará en la imagen de Vivanco y luego también en la de su hija Claudia, que es una feminista a rajatabla.
Para complicar más el tema, López Obrador ha dictado línea a favor de Félix, quien sería candidato a la gubernatura de Guerrero por tercera vez.
“Ya expliqué yo que esto corresponde al pueblo de Guerrero y corresponde a las autoridades competentes, y di a conocer también que, en épocas de elección, los rivales, los que quieren el mismo cargo. Se dice en política, que se es amigo hasta que no se compite por el mismo cargo…
“Es que hay quienes están muy interesados, unos que quieren el cargo y otros pues que no quieren que un partido determinado gane y buscan debilitarlo.
“Yo creo que sería muy bueno porque esto ayudaría a entender las cosas, que se hicieran encuestas, porque esto aclararía por qué tanta campaña, por qué tanto linchamiento mediático”, dijo este jueves en su mañanera López Obrador desde Palacio Nacional.
¿Definirá la CNHJ, que preside la poblana Eloísa Vivanco Esquide, el caso en sus méritos solamente?
¿O seguirá la línea presidencial?
¿O decidirá a favor de las voces feministas porque es lo políticamente correcto?
Cualquier respuesta a estas preguntas tiene doble filo.
Incluso, podría afectar la aspiración de Claudia.
¡Qué momento!
¡Qué coyuntura!
¡Qué nervios!