El diputado local José Juan Espinosa Torres reconoció desde Houston, Texas, que está ahí radicando… por ahora. Adujo razones de salud, para haber viajado a la capital médico-hospitalaria de Estados Unidos, desde principios de mes, pero también dejó ver inconsistencias y omisiones sobre la motivación de fondo, el tiempo que durará su ausencia de territorio nacional y -sobre todo- su compañía.
Luego de la confirmación de que está en aquella ciudad estadounidense, justo en medio de las versiones de que sobre él hay una orden de aprehensión, el ex alcalde de San Pedro Cholula solamente rebatió que sea un “prófugo”.
Dice que no.
Dice.
En cambio, en su transmisión en vivo en Facebook, de 15:08 minutos, y no más de 111 views, terminó por corroborar datos y remató con el intento de tender cortinas de humo.
Desde lo que parece la sala de la suite de un hotel o un departamento, El J.J. reconoció tácitamente su viaje.
(El cuadro de su transmisión en video es con él sentado sobre un sillón gris, con cojines y ningún signo o detalle personal, como cuadros o fotos. La pared es completamente blanca).
Se justificó.
Asegura que está en aquella ciudad, famosa a nivel mundial por contar con los especialistas de mayor renombre y los hospitales mejor equipados, para una intervención quirúrgica que tendrá en los “próximos días”.
Asegura que tiene “Esófago de Garret” (sic).
Así lo pronunció y ahí está a disposición la grabación.
En realidad, J.J. intenta referirse a la lesión en la parte inferior del conducto que conecta la boca y el estómago, el esófago, conocida como Esófago de Barrett, Síndrome de Barrett o Metaplasia de Barrett, en referencia al cirujano británico Norman Barrett (1903-1979), que describió y abundó sobre el trastorno y su tratamiento, en 1957.
Peccata minuta, seguramente tiene otros males -mentales, principalmente- cuyos nombres tampoco conoce.
El esófago, si efectivamente lo tiene resentido, podría ser por la alta medicación que, sus cercanos aseguran, que tiene para otros padecimientos.
Lo que sí llama la atención es que haya sido descubierto, reconocido y saludado, el pasado lunes, por dos paisanos poblanos, cuando comía el exclusivo Del Frisco’s Grille, uno de los restaurantes más exclusivos de The Woodlands, a 40 minutos de la ciudad de Houston.
El lugar es de “cortes de carne de alta cocina”, no es una barra de yogurt con granola.
Precisamente, para el Esófago de Barrett, se recomienda “limitar la ingesta de alimentos que favorecen el reflujo, como las grasas, el chocolate, el café, té, alcohol, tabaco y bebidas gaseosas”.
Un sabroso y abundante corte de 450 gramos en Del Frisco’s Grille no es lo más recomendable, suponemos.
Como quedó consignado en la entrega pasada de Garganta Profunda, en ese fortuito encuentro, se vio a J.J. en compañía de Karina L.
De eso no abundó en Facebook, pero es de esperarse que, ante una situación de salud, si es que es así, esté acompañado por un ser querido.
Tres veces, en su transmisión, el diputado local y aspirante -al menos se apuntó- a presidir nuevamente San Pedro Cholula deslindó al gobernador de Puebla Miguel Barbosa de “ataques en su contra”.
En cambio, se fue fuerte contra el actual presidente de ese municipio, Luis Alberto Arriaga Lila.
De sobra está decirlo, llama la atención que traiga a este asunto al alcalde actual, pues ni vela en el entierro tendría en el caso de corrupción por el desvío de más de 100 millones de pesos de José Juan Espinosa Torres, cuando fue presidente municipal (2014-2018).
Pretende el hoy diputado asentado en Houston utilizar a Arriaga como cortina de humo.
Muy mal y muy bajo.
Mientras tanto, se fortalece la versión de que la Interpol ya anda tras él, a solicitud de Fiscalía General del Estado (FGE).
Y más y más crecen los indicios en torno a que, a pesar de que dice que está a disposición del fiscal, se trata, en realidad, de un prófugo.
¿Qué otros datos del ámbito personal e íntimo no compartió J.J. de su viaje a Houston?
Bueno, posiblemente no tendría, por ahora, por qué hacerlo.
Es la duda.
En este contexto resulta ineludible la cita de la frase histórica de los astronautas del Apollo 13, comunicándose a su base terrícola en Texas:
“Houston, we have a problem”.
La duda es: ¿dónde será detenido?
¿Allá en E.U. o cuando intente, si es que intenta, regresar a Puebla?