Con un muy mal sabor de boca se quedaron los empresarios poblanos que fueron convocados este lunes a una reunión con el jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, Alfonso Romo Garza. La mano derecha del presidente Andrés Manuel López Obrador no les dibujó un buen panorama inmediato en temas como la inseguridad, el crecimiento económico y la posibilidad de ir a una reforma fiscal integral, que por ahora se quedará para 2020 en una mera miscelánea. En cambio, se llevaron una suerte de regaño respecto de la poca confianza que hay en el gobierno lopezobradorista. Los hombres y mujeres del dinero en Puebla salieron con una certeza: la administración federal no los ve, no los oye y no se ve para cuándo la 4T genere “el cambio verdadero”.
Quienes todavía en la Coparmex, en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y en el Consejo Asesor Empresarial de López Obrador, que conforman 17 poblanos y que se integró en marzo pasado, tenían fe en el actual gobierno, casi salieron sin ella, tras la reunión en el Museo Internacional Barroco.
Entre los asistentes se comenta que Romo manifestó poca disposición al análisis, mínima tolerancia a sus señalamientos y nula autocrítica.
A todo le encontró justificación en el pasado o dispensa en el largo plazo.
Sobre la Ley de Ingresos, que por cierto ya se aprobó en la Cámara de Diputados, los empresarios manifestaron que nuevamente, por enésima ocasión en décadas, se quedó solamente en una miscelánea.
Es decir, no se va al fondo para ampliar la base tributable y el país sigue dependiendo de los mismos contribuyentes cautivos.
El ingeniero agrónomo perfiló una solución, pero “no por ahora”.
De la inseguridad, ni hablar, los planteamientos fueron diversos y cargados de gran preocupación.
La respuesta, sobre todo en referencia a la crisis de Culiacán, fue que “perdimos una batalla, pero no la guerra”.
Bueno, al menos reconoció que sí hay “guerra”.
Alfonso Romo tuvo, en resumen, un comportamiento muy similar al del Presidente.
Minimizó sus preocupaciones.
No dejó certezas.
Y eso, eso no gustó a los empresarios poblanos.
INFRAESTRUCTURA NO DEFINIRÁ OBRAS
A quienes con insistencia han estado buscando citas y presionando al titular de Infraestructura, Heliodoro Luna Vite, para que les otorgue obras, les está faltando bastante información.
Esos personajes, quienes hasta con mala leche han propalado que el funcionario serrano estaría haciendo negocios con el otorgamiento de contratos, desconocen el nuevo esquema del gobierno estatal.
Ahora, la Secretaría de Infraestructura, literal, ya no otorga las obras.
Ninguna.
En esa dependencia solamente se revisan los proyectos y se valida quiénes cumplen los requisitos para entrar a las licitaciones.
En donde ahora se autoriza finalmente a quiénes se les otorgan los contratos y los montos es en la Secretaría de Administración.
Así que aquellos ansiosos y especuladores, mejor que vayan pasando a la siguiente ventanilla.
CANTADA VALE DOBLE: SELLAN ALIANZA ELBA Y MARÍN
Como habíamos adelantado en la entrega de Garganta Profunda del pasado 9 de septiembre, en Puebla las Redes Sociales Progresistas (RSP), organización que está por convertirse en partido político nacional, representa una abierta alianza entre el ex gobernador Mario Marín Torres y la ex presidenta del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales.
(http://www.pueblaonline.com.mx/garganta_prof/?p=12049#.Xa48xuhKjIU0)
La inclusión de dos de sus brazos operativos en puestos clave de esta asociación, Christian Macip, como delegado nacional en Puebla, y Ramón Fernández Solana, ex particular del góber precioso, los dos insignes marinistas, dejó al descubierto ese pacto.
Ya sin ningún rubor, ahora se ha confirmado: Fernández Solana, quien como priísta fue diputado federal suplente y luego candidato derrotado a una curul en San Lázaro en 2018, se ha convertido en el dirigente estatal de las RSP.
El nombramiento lo firmó ayer mismo el yerno de la maestra y representante legal y presidente del Consejo Directivo de las RSP, José Fernando González Sánchez.
Las dudas se han despejado del todo.
Puede que no se sepa en dónde está hoy Mario Marín, prófugo de la justicia por el caso Lydia Cacho.
Lo que sí sabemos es qué está haciendo.
Obvio, operando políticamente.