No lo ande contando, pero será una mujer quien, en breve, se convierta en dirigente del Partido Acción Nacional en el estado. Aunque el actual presidente del albiazul, Jesús Giles, quien en diciembre concluye su encargo, podría reelegirse con todo mérito para un segundo periodo, esto no sucederá. El relevo lo tomará una panista que hoy mismo ya sabe –y ya se prepara- para encarar, en su momento, el reto político de su vida, sobre todo ante la nueva correlación de fuerzas políticas en Puebla.
La decisión tiene toda la lógica del mundo: el poder Ejecutivo –si el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación avala el resultado del pasado 1 de julio- estará en manos de una mujer, Martha Erika Alonso, que, además, como presidenta del Patronato del Sistema Estatal DIF y como secretaria general del PAN, se dedicó con especial énfasis a empoderar a las integrantes de su mismo género.
A su paso por el Comité Directivo Estatal de Acción Nacional, la hoy gobernadora electa, a través de la Secretaría de Promoción Política de la Mujer, alentó la vocación política de las poblanas, generando su desarrollo integral y fomentando la formación de cuadros femeninos para su inserción en la vida pública.
Un dato duro lo explica todo: de 2016 a la fecha en el PAN estatal se han impartido 68 talleres en los que han sido capacitadas 14 mil 227 mujeres en las distintas regiones del estado, destacando la preparación recibida este año por candidatas a presidentas municipales y a diputadas federales y locales.
El pasado fin de semana, el Consejo Estatal de Acción Nacional aprobó la propuesta para integrar la Comisión Organizadora Estatal para la Elección de Presidente del Comité Directivo Estatal.
El proceso, pues, ya está en marcha: no será presidente, sino presidenta, y, en su momento, esto causará un parteaguas en el PAN.
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Increíble, y sobre todo deleznable, el oportunismo político del diputado José Juan Espinosa con el delicadísimo tema de la fuga de gas en Villa Frontera.
Paciente de su propia Clínica de Odio, el ex morenovallista creyó que la emergencia de este miércoles –que puso en riesgo la vida de miles de personas, incluidos muchos integrantes de los cuerpos de socorro y autoridades de los tres niveles de gobierno- era el mejor momento para volver a sacar a relucir sus rencores.
Como es su costumbre, desde la comodidad de su escritorio, mientras Pemex se informaba de lo que sucedía a través de los medios de comunicación y atendía la contingencia a paso de tortuga y los funcionarios municipales y estatales eran los primeros en atenderla para salvaguardar la integridad de cientos de familias, Espinosa se lanzó en contra del alcalde de Puebla, Luis Banck, con un tuit cargado de bilis y resentimiento:
Por supuesto que su nefasta actitud fue reprobada por tuiteros que le exigieron dejar de politizar y de colgarse de lo que pudo ser una de las peores desgracias en la historia de los poblanos.
¿Por qué está tan obsesionado Espinosa con Banck?
¿Será que, en su cálculo perverso, lo ve como un potencial rival en caso de que tenga que repetirse la elección para gobernador (a) del pasado 1 de julio?
¿Por eso lo ataca un día sí y el otro también?
Ojalá que, en lugar de lucrar con asuntos tan delicados como el sucedido este miércoles, el diputado lopezobradorista enfoque su trabajo legislativo en exigir a Pemex que cumpla con su obligación de frenar la ordeña de ductos de gas LP a manos de huachicoleros que siguen migrando a ese y otros delitos de orden federal.