Si las campañas también son sensaciones y las sensaciones suelen ser reveladoras de estados de ánimo, rumbos y destinos, las de Puebla Unida no pueden ser mejores cuando falta prácticamente un suspiro para el 7 de julio.
Y es que mientras los Doger, los Zavala, los Estefan –recién desempacado de Londres-, los Lastiri, los Armenta y demás –diría el delegado Fernando Moreno Peña- “próceres” del PRI siguen distanciados de la campaña de Enrique Agüera, enfrente las cosas pintan muy diferentes.
Y no sólo por lo que sucedió en el debate, las embestidas mediáticas a nivel nacional o por las encuestas –la mayoría no hechas públicas- que anticipan lo que anticipan.
Sino más bien por otro tipo de factores, de percepción incluso, que empiezan a ser más que evidentes.
Ciertamente la coyuntura nacional –con el tránsito de las reformas estructurales que le urgen al presidente Enrique Peña Nieto- no favorece a la alianza 5 de Mayo.
Ya lo advirtieron los dirigentes nacionales del PAN y PRD, listos para negociar todo lo negociable en su cancha, pero sobre todo Manlio Fabio Beltrones, uno de los más abusados capos del PRI, quien incluso ha salido a decir que el Pacto por México no debe ser grillete para tratar de ganar elecciones en la mesa. Un tipo como Manlio sabe muy bien lo que puede pasar con las elecciones de julio teniendo como telón de fondo las reformas energética y fiscal.
Por si fuera poco, los recursos del gobierno federal no terminan de bajar –Bucareli canceló la última partida que aseguraron llegaría en estos días- y empiezan a notarse señales de que a Los Pinos no le urge precisamente llevarse la victoria en Puebla (otra cosa, claro, será en 2015, cuando ahí sí la disputa por el Congreso federal será sin tregua pues a Enrique Peña le importa que sea el Congreso de Enrique Peña).
Y si a eso le sumamos el obvio divorcio que hay entre el equipo de campaña del ex rector de la BUAP y la dirigencia estatal y delegación del PRI, desconfiados unos de los otros, sobre todo en el tema del armado y cuidado de la estructura que operará el 7 de julio, las cosas se ponen peor aún.
Del otro lado, el ánimo es muy diferente.
Ayer, por ejemplo, de forma totalmente inesperada –pero deseada por muchísimos panistas-, se dio la reaparición de Ana Teresa Aranda.
Pero no, como cualquiera podría haber pensado, para tundir al gobernador Rafael Moreno Valle o a su “delfín”, Tony Gali.
“La Doña” anunció públicamente su apoyo al candidato de Puebla Unida, en un hecho significativo, con mucho, mucho mar de fondo.
Y es que si bien la suma del personaje no es relevante en términos cuantitativos, sí es, por lo que significa y simboliza, muy representativa en lo cualitativo y emotivo, en especial al interior del PAN, cuya militancia así entiende por fin que, por el momento, o dejan de lado sus diferencias y unen fuerzas con el morenovallismo, o el precipicio.
Mientras los priístas no terminan de resolver sus diferendos y luchas de egos, en la megacoalición se vive una historia completamente distinta, y la definición de Ana Tere es tan contundente como relevadora del interés de Casa Puebla por ganar a costa de lo que sea.
Los “próceres” del PRI no entienden que sin 2013 no hay 2018, e insisten en poner el pie a Agüera para que se caiga, y se caiga por siempre.
Sólo hay que ver, por ejemplo, sus sonrisas y guiños con las revelaciones del diario Reforma o la web de Aristegui sobre la riqueza del ex rector para entender de qué tamaño es la mezquindad, la envidia y la ambición por el poder.
Hay que esperar, claro, a lo que suceda el 7 de julio, pero algo es completamente cierto: hoy por hoy las sensaciones –esas que no se ven pero se sienten- son más y mejores en Puebla Unida que en la alianza 5 de Mayo, donde los errores, las omisiones y las distracciones empiezan a pasar factura.
¡Y falta tan poco!
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TEXMELUCAN, FOCO ROJO ELECTORAL
En efecto.
En la agenda de riesgos del IEE para el próximo 7 de julio, San Martín Texmelucan debe ocupar un lugar especial.
Y más que especial: prioritario.
Y es que ahí, tanto a nivel municipal como distrital, se están presentando -y reproduciendo sobre todo- las peores artes de la mapachería electoral.
Y es que con tal de ganar, los aspirantes a la alcaldía y a la diputación local no han tenido ningún escrúpulo en comprar votos –y conciencias- y hace uso –y abuso- de recursos públicos a plena luz del día.
Es el caso del petista Rafael Núñez Ramírez, quien hace unos días fue descubierto almacenando en un domicilio de su coordinador de campaña una gran cantidad de despensas.
Despensas que luego, como por arte de magia, han ido apareciendo en las colonias y barrios más pobres de Texmelucan.
Como se observa en estas fotos, que forman parte de la denuncia que la coalición 5 de Mayo ha presentado ante las autoridades electorales, las cajas con víveres llegan hasta el techo.
“De parte de tu amigo Rafael”, dicen los operadores de Núñez Ramírez a la hora de repartirlas entre los votantes.
El PRI no tiene dudas de que el 7 de julio, esas despensas se van a multiplicar para coaccionar el sufragio a favor del petista.
Fue hace unos días que integrantes de la brigada de promoción al voto del tricolor detectaron la presencia de alrededor de 20 personas que descargaba las cajas en un camión para trasladarlas a una colonia popular.
Al percatarse de la presencia de los brigadistas, dos sujetos empezaron a golpearlos.
Así que las cosas están que arden en Texmelucan.
Ahí, justo ahí donde se ha presentando El Misterioso Caso de la Multiplicación de las Despensas, como la bíblica multiplicación de los panes y los peces.
¿O alguien tiene alguna duda?