Fue a finales de marzo de este año, al darles luz verde para iniciar la carrera por la candidatura a la alcaldía de Puebla, cuando Rafael Moreno Valle ofreció un consejo que hoy, cuando se acerca el momento de las definiciones, podría resultar premonitorio.
Reunido en Casa Puebla con los morenovallistas que expresaron sus aspiraciones, el gobernador les dijo, palabras más, palabras menos, que tenían que buscar su propio posicionamiento, que no dependerían de nadie y que procuraran caminar con luz propia, pues él mismo era ejemplo de ello:
“Nadie me regaló nada, yo varias veces arrebaté las posiciones gracias a mi posicionamiento electoral y mis alianzas con todos los grupos”, subrayó.
La cita viene a cuento por lo sucedido el pasado fin de semana, cuando Fernando Manzanilla, a quien todo mundo da por muerto –incluso la gente más cercana a Moreno Valle-, envió señales claras de que precisamente estaría dispuesto a “arrebatar” la candidatura a la presidencia municipal.
Y es que en lugar de permanecer quieto y en silencio, como dicen que están los que ya pasaron a mejor vida, el secretario General de Gobierno encabezó por primera vez un acto masivo, un acto en el que el anfitrión actuó más como aspirante a candidato que como alguien que ya mandaron a dormir con los peces.
El pretexto fue la clausura de la campaña “Si ya lo leíste, comparte-lee y juntos formemos un kilómetro de libros”, que en sábado por la noche, con lluvia incluida, congregó a 5 mil personas en la explanada del Parque Ecológico “Revolución Mexicana”.
Más que un evento de tipo cultural en el que participaron actores como Sherlyn, Fernanda Castillo, Mariana Torres y Mauricio Mejía, pareció –y casi siempre lo que parece, es- una exhibición de músculo por parte del funcionario, mismo que sin decirlo expresamente mandó varios mensajes, pero principalmente uno: que no se baja aunque insistan en bajarlo, que sigue vivo y que llegará hasta el final de la contienda interna, con o sin el visto bueno del Gran Elector.
Es decir: mientras se multiplican las voces que afirman que éste ya sólo tiene dos cartas para jugar (Jorge Aguilar Chedraui y Tony Gali Fayad) y mientras se cuentan aquí y allá detalles de las mil y un rupturas y desacuerdos con Moreno Valle, Fernando Manzanilla parece rebelarse a los designios divinos, mostrando la intención de irse por la libre, tal y como el propio gobernador les recomendaba a inicios de marzo, esto es, arrebatando la candidatura.
No fue casual la movilización de miles de personas este fin de semana en torno al titular de la SGG.
Y tampoco el esfuerzo de reunir a diputados federales como Néstor Gordillo, diputados locales como Héctor Alonso Granados, regidores como Pedro Gutiérrez, directivos de medios como Armando Prida (Síntesis) y Enrique Montero (Grupo Tribuna), y a 12 de los 17 presidentes de las juntas auxiliares de Puebla capital: Pedro Morales Maravilla (San Baltazar Tetela), Blanca García Velorio (San Felipe Hueyotlipan), Juan Gilberto Ruiz Flores (San Jerónimo Caleras), Rigoberto Muñoz Espinosa (Santa María Guadalupe Tecola), Alejandro Lázaro Martínez (Ignacio Zaragoza), José Rogelio Merino (Santa María Xonacatepec), Artemio Pacheco Serrano (San Francisco Totimehuacan), Martín Tomás Rodríguez (San Sebastián de Aparicio), Juan Manuel Colín García (San Baltazar Campeche), Trinidad Sánchez Ramírez (San Pablo Xochimehuacan), Candelaria Portada Escamilla (La Resurrección) y José Tomás Salomón (San Miguel Canoa).
Como suele suceder, sólo el tiempo dirá si Fernando Manzanilla jugará efectivamente como agente libre o terminará por disciplinarse, pero se asegura que el primer escenario, el de jugársela fuera de la órbita de Moreno Valle, no desagrada del todo a algunos de los líderes de El Yunque y del panismo tradicional, como Eduardo Rivera Pérez y Juan Carlos Mondragón, alcalde de Puebla y dirigente estatal del PAN, respectivamente, sobre todo cuando en términos reales este grupo carece a la fecha de candidatos fuertes para dar la pelea al morenovallismo luego que tanto Francisco (Franco) Rodríguez Álvarez como Pablo Montiel Solana no crecen ni con levadura.
De ser así, agárrese. Porque además de político, el pleito será familiar, y de pronóstico reservado. No hay que olvidar que le guste o no a Moreno Valle, Fernando Manzanilla es y seguirá siendo su cuñado.
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El pasado viernes, Pepe Chedraui, aspirante del PRI a la presidencia municipal de Puebla, se reencontró con su amigo, el presidente electo Enrique Peña Nieto.
Esta vez fue en la residencia del empresario Emilio Checa Curi, ex presidente del Centro Libanés de la Ciudad de México.
Y en el marco de la tradicional comida (es cada mes) del grupo La Amistad, que congrega a empresarios y políticos principalmente de ascendencia libanesa, y al que tanto Peña Nieto como Chedraui pertenecen desde hace mucho tiempo.
Además de varios de los más cercanos colaboradores de Peña Nieto, algunos de los cuales formarán parte de su gabinete, uno de los asistentes fue el coordinador de los senadores del PRI, Emilio Gamboa Patrón, con quien Chedraui también intercambió impresiones sobre la actualidad –y el futuro- del estado de Puebla.