Arturo Luna Silva
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Pregunta: ¿Qué hay detrás de la súplica de Eduardo Rivera Pérez por un debate con Mario Montero Serrano?
Respuesta: entre 12 y 15 puntos de diferencia.
Es decir: la ventaja que al día de hoy le saca el priísta al panista, según diversas encuestas.
Encuestas como la realizada el pasado 4 de mayo por la empresa Opina Consultoría Estratégica, del prestigiado especialista Rigoberto Benítez, en los seis distritos con cabecera en Puebla capital.
Por ejemplo, el distrito 5.
Allí, Mario Montero lleva una contundente delantera, pues registra una intención de voto de 33.6 por ciento, por 21.6 por ciento de su contrincante.
El mismo que –ahora se entiende- ha hecho del debate toda una cruzada. Y no sólo eso: al parecer, también su última, desesperada apuesta para tratar de alcanzar al candidato de la alianza “Puebla Avanza” a presidente municipal.
La tendencia reportada por el ejercicio demoscópico citado se repite, en términos generales, en el resto de los distritos de la ciudad de Puebla.
La fuerza y penetración de la campaña monterista, especialmente el programa “Estoy Contigo”, y el elevado nivel de aprobación del gobierno encabezado por la alcaldesa Blanca Alcalá, explican el escenario.
Un escenario de lujo (hay que decirlo) para PRI-PVEM, coalición que, sin embargo, no debe confiarse.
Y es que de acuerdo con Opina, el número de indecisos es, sigue siendo elevado, y es en esa franja del padrón, precisamente, donde se definirá la elección el próximo 4 de julio.
Según la encuesta obtenida por Puebla On Line, 19.5 por ciento dice sentirse identificado con la frase: “Sí voy a ir a votar, pero todavía no decido por quien”.
Y algo más: si bien 35.7 por ciento asegura que ya decidió y se sostendrá en su decisión, un 18.7 por ciento señala que sí votará y en este momento ya decidió por quien, pero puede cambiar de opinión.
A estas alturas del proceso, Mario Montero tiene bastantes razones para decir y presumir que va por buen, estupendo camino.
Sin embargo, lo peor que puede hacer es bajar el ritmo y pensar que ya ganó. La fase más dura del proceso apenas comienza. La soberbia es mala, malísima consejera.
Hay que acelerar.
Acelerar y acelerar, como dirían los timbiriches.
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El que también va punteando su elección es Édgar Chumacero Hernández. Y de qué manera.
El candidato de la alianza “Puebla Avanza” a diputado por el distrito 5 le saca casi 17 puntos de ventaja a su rival, Josefina Buxadé.
Según Opina, Chumacero registra una intención de voto de 34.9 por ciento, por 18.3 por ciento de la candidata de la coalición “Compromiso por Puebla” y 5.8 por ciento de Maximino de Jesús Percino, del PT.
Mejor, imposible.
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Un último dato revelador del estudio de Rigoberto Benítez: en la ciudad de Puebla, Acción Nacional sigue siendo el partido que concentra el mayor porcentaje de voto negativo: 24.1 por ciento dice que el PAN es el partido por el que nunca votaría.
En tanto, 19.1 por ciento dice que el PRI, 10.4 por ciento que el PRD, 4.1 por ciento que el PT, 2.9 por ciento que el PVEM, 0.8 por ciento que Convergencia y 1.2 por ciento que Nueva Alianza.
Por la opción “Ninguno” se decantó 20.7 por ciento.
El desgaste de la marca PAN tiene que ver con la crisis política, social, económica y de inseguridad que forma parte del legado del gobierno de Felipe Calderón.
¿O alguien todavía tiene alguna duda?
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