De aprendamos juntos a aprende solo
Lesly Mellado May
Los que rebasamos las cuatro décadas de vida y no sentábamos frente a televisores monumentales de bulbos a ver unos cuantos minutos los pocos programas que había entonces recordamos aquel “Aprendamos juntos”, una serie entre telenovela y guía para aprender a leer y escribir a adultos.
Cambiamos de siglo, llegó el coronavirus y se inauguró una nueva época: la instrucción es aprende solo.
Así lo plasma la SEP Puebla en la presentación de su modelo híbrido para el ciclo escolar 2021-2022: “dicho modelo llega para quedarse y transformar los procesos educativos, ya que éste responde no sólo a una época de cambios, sino más bien a un cambio de época, de paradigma”.
Este documento pone como primer objetivo a los alumnos, que ahora denominan “aprendientes”: “Estar dispuesto a aprender por sí mismo y realizar las diferentes actividades que se requieren para alcanzar con éxito este proceso”.
Solos deben: “Identificar lo que debe aprender, así como las estrategias que debe emplear para lograrlo. Establecer criterios de desempeño y monitorear su propio progreso”.
En colectivo, la tarea es: “Acordar con su educador los criterios de evaluación para identificar posibles áreas de oportunidad y hacer mejoras en el proceso de aprendizaje. Solicitar retroalimentación oportuna para identificar dificultades y tomar decisiones de mejora. Estar dispuesto al trabajo colaborativo para generar nuevos conocimientos mediante la interacción entre pares y con las y los educadores. Pedir ayuda a sus compañeros aprendientes y a sus educadores cuando no sepa cómo realizar alguna actividad. Aplicar información en la elaboración de nuevo conocimiento a situaciones reales”.
Este planteamiento general se hace para estudiantes de preescolar, primaria, secundaria y bachillerato; por lo que esperar buenos resultados tomando en cuenta el abanico de edades de los “aprendientes” resulta dudoso.
Si bien el modelo híbrido plantea que los niños y jóvenes asistan a la escuela dos o tres veces a la semana, aún no está claro el número de padres que asumirán la responsabilidad de enviarlos o llevarlos en medio de una pandemia que no cede.
El modelo híbrido también hace diferencia entre los estudiantes que harán trabajo a distancia con y sin tecnología.
Las actividades de mayor énfasis para estudiantes a distancia con acceso a tecnología son: “Buscar y discriminar información relevante en la red. Desarrollar criterios para valorar si esa información es válida y confiable. Tomar decisiones con base en informaciones contrastadas. Gestionar el tiempo de manera eficiente. Aprender a utilizar las herramientas y recursos que favorezcan su aprendizaje”.
Los que trabajen sin recursos tecnológicos deben: “Solicitar los cuadernillos o guías de aprendizaje. Acordar con el docente los días y horarios para establecer comunicación presencial. Organizar el espacio y tiempo de trabajo autónomo. Elaborar un horario de trabajo y cronograma de actividades. Buscar alternativas de comunicación constante con otros aprendientes y docentes. Gestionar el tiempo de manera eficiente entre lo escolar, personal y familiar”.
El modelo híbrido elaborado por la SEP Puebla refrenda que la brecha educativa seguirá aumentando entre los estudiantes que tienen acceso a la tecnología, a clases y asesorías privadas, a tiempo y ayuda de sus padres, y los que carecen de estos elementos para poder aprender.