El papa Francisco disolvió el Sodalicio de Vida Cristiana, la comunidad religiosa católica con sede en Perú investigada durante años por denuncias de presuntos abusos sexuales y psicológicos por parte de su fundador y otros responsables.

Puebla hace parte de la historia de esta organización que tiene algunas similitudes con El Yunque.

El Sodalicio, formado por laicos y sacerdotes católicos, fue fundado en Perú por Luis Fernando Figari en 1971 y llegó a contar con unos 20 mil miembros en América Latina y Estados Unidos.

La raíz en Puebla, la cuenta Martin Scheuch, víctima de Sodalicio.

“Del 27 de enero al 13 de febrero de 1979 se realizó en Puebla (México) la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Era la primera vez que el Papa Juan Pablo II realizaba un viaje fuera de Italia. Y fue también la primera vez que miembros del Sodalicio de Vida Cristiana asistieron —aunque no de manera oficial— a un evento eclesial de esta categoría. Unos jóvenes Alfredo Garland, José Ambrozic y Virgilio Levaggi viajaron a Puebla con credenciales de periodista para cubrir el evento. Los artículos que entonces escribió Levaggi para un diario local fueron recopilados en un pequeño libro que llevaba el sugerente título de Puebla ¡sí!, descatalogado en la actualidad y muy difícil de encontrar, pues cuando Levaggi se desvinculó del Sodalicio en los 80, todo lo que escribió fue sacado de circulación y relegado al olvido. Como ha sido costumbre en la institución respecto a sus miembros que han caído en desgracia o se han alejado de ella”.

En “Sodalicio: la conexión mexicana”, publicado en marzo de 2013 en el portal Las Líneas Torcidas, Scheuch relata: “Hay toda una interesante gama de personajes que se hicieron “amigos” del Sodalicio en todos los países que Figari y compañía visitaron. Para nuestro tema interesa saber de la amistad que tuvieron Figari y miembros de la cúpula sodálite con dos mexicanos: Manuel Díaz Cid y Federico Müggenburg”.

El poblano Manuel Díaz Cid fue pieza fundamental de El Yunque, organización de ultraderecha creada en los años cincuenta del siglo pasado. Ideólogo del PAN y pilar de la UPAEP.

Martin Scheuch toma como referencia el libro “El Yunque: la ultraderecha en el poder” de Álvaro Delgado Gómez, para analizar las similitudes entre la organización mexicana y la peruana, amén que Díaz Cid solía dar cátedras a la élite de Sodalicio.

“Tanto Sodalicio como El Yunque consideran la pertenencia a su organización como una vocación personal querida por Dios. También coinciden en: Uniformidad en fines, métodos y reglamentos internos. Tenemos un estilo propio. Monjes y guerreros. Tenemos una espiritualidad propia”.

ABUSOS SEXUALES Y PSICOLÓGICOS EN SODALICIO

Reconocido oficialmente como comunidad religiosa por el papa Juan Pablo II en 1997, el grupo ha sido objeto de varias investigaciones por parte de la fiscalía peruana y el Vaticano en la última década.

Un informe encargado por la sociedad publicado en 2017 concluyó que Figari y otros exmiembros de alto rango habían abusado de al menos 19 menores y 10 adultos.

En 2023, tras años de denuncias, el papa Francisco envió a Perú al arzobispo de Malta, Charles Scicluna, y al sacerdote español Jordi Bertomeu, con la misión de investigar los numerosos abusos presuntamente cometidos en el seno del Sodalicio.

En 2024, la Santa Sede expulsó del grupo a Figari, que negó haber cometido delito alguno.

Las presuntas víctimas aseguraron que Figari instauró un sistema de sumisión total a su poder en el Sodalicio que, bajo el lema “el que obedece nunca se equivoca”, llevó a los jóvenes a su cargo someterse a diversas prácticas degradantes, agresiones físicas y psicológicas, y abusos sexuales.

José Enrique Escardó Steck, quien denunció haber sido víctima de abusos por parte de Figari, Doig y otros responsables del Sodalicio, le contó a BBC Mundo que sus superiores lo obligaron a dormir un mes en una escalera y llegaron a amedrantarlo con una cuchilla en el cuello.

También dijo que a veces él y sus compañeros eran obligados a golpear y recibir golpes de otros, en lo que describió como “un sistema de bullying organizado”.

Otro denunciante dijo que Figari le mostró revistas pornográficas y le pidió que se sentara sobre un palo.

En 2007 la policía peruana detuvo al sodálite Daniel Murguía Ward en una habitación de un hostal de un centro de Lima con un niño de 11 años al que se disponía a fotografiar desnudo.

El Sodalicio anunció dos días después la expulsión de Murguía y dijo en un comunicado que la situación “sorprendió y golpeó dolorosamente a toda nuestra comunidad”.