Romella
Posted inManuel Martínez Benítez

La inseguridad, problema y solución de todos

La inseguridad, problema y solución de todos
La inseguridad, problema y solución de todos
Posted inManuel Martínez Benítez

La inseguridad, problema y solución de todos

Si vives en México, seguramente en más de una ocasión has sentido miedo al salir a la calle, tomar el transporte público o simplemente hacer algo tan básico como sacar dinero de un cajero. Y no es solo una impresión tuya. Según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana de diciembre de 2024, 3 de cada 4 poblanos sienten que su ciudad es insegura.

Si bien nuestra entidad no vive las grandes crisis que otros estados de la República, aquí nos impacta directamente en nuestro día a día. Nos obliga a cambiar rutas, modificar hábitos y, en muchos casos, nos hace desconfiar de las autoridades. Pero más allá de los números, la gran pregunta es: ¿qué podemos hacer para cambiar esta realidad?

Cuando hablamos de inseguridad, no es solo un concepto abstracto: es algo que vivimos en carne propia. En Puebla, los lugares donde la gente se siente más vulnerable son:

Cajeros automáticos en la vía pública (68.9%), Transporte público (63.0%), Carreteras (55.0%), Bancos (53.6%).

Y esto nos ha llevado a qué muchos hayamos cambiado nuestra rutina para evitar riesgos ciertos riesgos; como que el 42.5% evita llevar cosas de valor como joyas o tarjetas de crédito, el 38.4% ya no deja que sus hijos salgan solos, el 38.1% prefiere no caminar de noche y el 23.4% ha dejado de visitar a familiares o amigos por seguridad.

La realidad es que es cada vez más común escuchar frases como “No vayas por ahí, es peligroso” o “Mejor pide un taxi de aplicación”. Vivimos con miedo, y eso no debería ser normal.

No es solo la sensación de inseguridad, sino los delitos que más nos preocupan a los mexicanos son:

Los asaltos en la calle y el transporte público, las extorsiones y fraudes, el robo a casa habitación y la venta y consumo de drogas en la vía pública.

Uno de los problemas más graves es el aumento de fraudes y extorsiones. Las llamadas de supuestos secuestradores, los intentos de fraude bancario y las estafas por internet son cada vez más frecuentes.

Por otro lado, la presencia de narcomenudeo en algunas colonias del país y de nuestro estado, no solo pone en riesgo la seguridad, sino que afecta la convivencia y la calidad de vida de todos.

Ahora bien, cuando se trata de seguridad, la confianza en las instituciones es clave. Según la ENSU, los mexicanas confían más en las fuerzas militares que en la policía local: La marina 87.6%, el ejército 83.4%, la guardia Nacional 74.0%, las policías estatale: 53.9% y las policías municipales con 47.5%.

El problema es que la corrupción dentro de los cuerpos de seguridad sigue siendo un obstáculo. Casi la mitad de quienes han tenido contacto con la policía han sido víctimas de algún acto corrupto. Esto hace que muchas personas prefieran no denunciar los delitos, lo que deja a los criminales operar sin consecuencias.

A pesar de esto, se han implementado medidas como más patrullajes y cámaras de videovigilancia, pero la gran pregunta sigue en el aire: ¿es suficiente?

Pero también debemos aceptar que lo más fácil es culpar al gobierno de todo, pero como ciudadanos también tenemos un rol clave en la solución del problema.

Denunciar los delitos; la falta de denuncias permite que los delincuentes sigan operando sin miedo. Aunque el proceso es tedioso y a veces inútil, es la única forma de presionar a las autoridades para que actúen.

La organización vecinal es clave, muchas colonias han implementado alarmas comunitarias y grupos de WhatsApp para reportar situaciones sospechosas. Estas redes de apoyo han sido fundamentales en la prevención del delito.

Fomentar la cultura de la legalidad, no consumir o comprar productos robados, respetar las normas y rechazar la corrupción son pequeños cambios que pueden generar un gran impacto en la sociedad.

Participar en programas de prevención es también democracia; existen iniciativas que enseñan autoprotección, cultura de la legalidad y prevención del delito. Informarse y compartir este conocimiento es clave.

Y todo esto se lo digo para responder una pregunta que creo que muchos nos lo hacemos, ¿Hay esperanza? Y de verdad creo que la respuesta es ¡Sí!

Aunque la inseguridad sigue siendo un problema, hay señales de que las cosas pueden mejorar. La ENSU reportó algunos datos alentadores:

Cada vez menos personas evitan llevar cosas de valor en la calle, más poblanos están volviendo a caminar de noche en sus colonias, el 29.8% de la población cree que la seguridad mejorará en los próximos meses.

Estos pequeños avances nos demuestran que el cambio es posible. Con mayor inversión en seguridad, colaboración entre ciudadanos y gobierno, y una cultura de denuncia más fuerte, Puebla puede recuperar la tranquilidad.

Sí, la inseguridad en nuestro país es un problema serio, no es imposible de resolver. La clave está en la colaboración entre ciudadanos, autoridades y el sector privado. No podemos normalizar el miedo. Debemos participar, evitar ser parte del problema consumiendo cosas fuera de la ley, debemos exigirles a las autoridades soluciones, participando en iniciativas y contribuyamos con pequeñas acciones. La seguridad no es un lujo, es un derecho.

Puebla lo merece. Nosotros lo merecemos. Y juntos, podemos lograrlo.

Especialista en temas de opinión pública, comunicación, análisis, estrategia y elecciones.
Director general del Centro de Estudios Consultivos S.A. de C.V., una de las encuestadoras más acreditadas del estado de Puebla y la región.
Consultor político.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad del Desarrollo.
Maestro en Gobierno y Políticas Públicas por el Instituto de Administración Pública.