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CASO LÓPEZ ZAVALA: UN PESO MENOS

CASO LÓPEZ ZAVALA: UN PESO MENOS

CASO LÓPEZ ZAVALA: UN PESO MENOS

En el entorno de la familia Monzón hay buenas y malas noticias.

Las buenas tienen que ver con el anuncio de que finalmente se ha fijado fecha para el comienzo del juicio oral contra los presuntos autores materiales e intelectuales del feminicidio de Cecilia Monzón.

A casi tres años del asesinato de la activista y abogada, el Tribunal Estatal de Enjuiciamiento, radicado en la ciudad de Puebla, ha citado a las partes para el próximo 12 de marzo.

Es el inicio para que, ahora sí, el crimen -que en su momento conmocionó a Puebla- no quede impune.

Las malas están relacionadas con el fundado temor de que Javier López Zavala, ex pareja sentimental y autor intelectual del homicidio de Cecilia, haga uso de su dinero e influencias políticas para evitar ser sentenciado o bien que la sentencia sea menos dura que los 60 años de prisión que la familia Monzón está exigiendo.

En el equipo legal de la familia Monzón hay la certeza de que el ex secretario de Gobernación y ex candidato del PRI a la gubernatura todavía goza de poder y que cuenta con los suficientes recursos económicos para intentar salir bien librado.

De hecho, varias veces presentó amparos con la finalidad de evitar y/o dilatar el procedimiento legal en su contra; y aunque todas sus solicitudes fueron desechadas por las autoridades competentes, sí logró demorar la fecha de inicio del juicio.

Todavía peor: hay información muy seria en el sentido de que López Zavala y su defensa han iniciado una estrategia legal y mediática para buscar su total exculpación. Por increíble que parezca.

A través de redes sociales, se han empezado a mover post con el argumento de que él no fue el autor intelectual del feminicidio de Cecilia Monzón, pues “un ex secretario de Gobernación se las sabe para hacer maldades, no utiliza a gente inexperta y pagaría bien, no 10 mil pesos” (sic).

Tal será la tesis que intentará sostener la defensa de López Zavala durante el juicio que dará comienzo el próximo mes.

En la familia Monzón hay preocupación.

De ahí el llamado que este mismo lunes hizo en el sentido de que el poder Judicial de Puebla actúe “sin dilaciones” y que imparta justicia de forma “pronta, rápida y expedita”, aplicando la perspectiva de género.

Varias veces, a través de sus redes sociales, Helena, hermana de la víctima y quien no ha dejado de luchar porque se haga justicia, ha dejado entrever su temor de que los amigos influyentes de López Zavala intenten ayudarlo de algún modo.

Se ha sugerido, incluso, que por la relación personal y política que tuvo con el acusado, y que es de dominio público, el gobernador Alejandro Armenta Mier podría intervenir.

Sin embargo, ya el propio mandatario se ha encargado de dejar muy clara su postura al respecto: en una reciente gira de trabajo, le aseguró a la periodista Viridiana Lozano que de ninguna manera se entrometerá en el juicio y que la familia Monzón debe tener la certeza de que se aplicará la ley.

La postura del gobernador es firme y congruente con su política de poner un alto a los feminicidios y la violencia de género en Puebla, una política expresada en la instalación este año de 27 refugios para mujeres en todo el estado (las Casas Violeta, ahora llamadas Casas “Carmen Serdán”) y en el impulso a una iniciativa legislativa para que todos los homicidios de mujeres sean tipificados como feminicidios.

De hecho, en sentido estricto, lo mejor que le podría pasar a Alejandro Armenta es que tanto López Zavala como los autores materiales del asesinato (Jair y Silvestre) sean encontrados culpables y reciban una larga y dura sentencia, conforme a los hechos imputados.

Será un peso menos y se demostrará plenamente que nadie torció la ley para auxiliar a quien -todo parece indicar- ordenó y financió el homicidio de Cecilia Monzón.

Para ello, la actuación de la fiscal General, Idamis Pastor Betancourt, será clave, pues deberá probar sin asomo de dudas la culpabilidad de los implicados y lograr la máxima condena posible.

Por cierto: López Zavala, preso en el penal de San Miguel, sigue siendo militante del PRI.

Aunque en 2023 se inició un proceso de expulsión, o todo fue una simulación o dicho proceso nunca se concluyó.

No hay que olvidar que el hoy dirigente estatal del PRI, Néstor Camarillo, fue pupilo de López Zavala y de hecho gran parte de su incipiente carrera política, se la debe precisamente a él.

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