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AUDITORÍA SUPERIOR DE PUEBLA: SIN CAMBIOS

AUDITORÍA SUPERIOR DE PUEBLA: SIN CAMBIOS

AUDITORÍA SUPERIOR DE PUEBLA: SIN CAMBIOS

Hay muchos nerviosos y muchos acelerados.

Andan sumamente inquietos ante los rumores sobre un supuesto relevo en la cúpula de la Auditoría Superior del Estado.

Como buitres con hambre -los buitres siempre la tienen-, sobrevuelan una y otra y otra vez, a la espera de lanzarse hacia su presa.

Por alguna inexplicable razón, pretenden tener su propio juego.

Y se creen con los suficientes tamaños para impulsar e imponer a su “gallo”.

O “gallos”.

Principiantes, olvidan que en el estado solo uno -y nada más uno- es quien decide.

Y quien marca los tiempos y las formas.

Así lo marca la praxis política.

Y, sobre todo, las reglas no escritas del poder.

Lamentablemente han querido ver señales donde sencillamente no las hay.

Y es que por el momento, no se contempla ningún cambio en la ASE.

No hay ni habrá convocatoria por parte del Congreso del estado.

Y se mantendrá el actual auditor, Francisco Fidel Teomitzi Sánchez.

¿Por qué le buscan tres pies al gato?

¿Acaso no entienden nada?

Hay algunos personajes, como Román Sánchez Zamora, que no se cansan de promocionarse.

Ha usado ya varias veces espacios de prensa para promoverse como “el bueno”.

Como la “carta marcada”.

El “puntero”.

El “elegido”.

El “más firme” para convertirse en el nuevo auditor Superior del Estado, previo aval del poder Legislativo.

Pero nada más falso que ello.

A pesar de todos los pronósticos, a la fecha no se prevé un cambio de auditor Superior del Estado.

Ni son los tiempos ni hay interés en ello.

Al menos hasta hoy.

Quienes se vienen promoviendo lo están haciendo sin ninguna autorización, aval o permiso.

Se están yendo por la libre y así, se conducen al “suicidio político”.

Les están ganando las ansías, las prisas, pero cometen un garrafal error.

Detrás de ellos, evidentemente, hay grupos de interés que intentan ganar una partida de ajedrez que de antemano tienen perdida.

Pero más valdría que los acelerados, los nerviosos, los inquietos, no jueguen con fuego.

Ni le busquen, como se dice, tres pies al gato.

No pierdan su tiempo.

No hay cartas ocultas debajo de la mesa.

Ni favoritos.

Ni “delfines”.

Ni elegidos -menos iluminados- para la Auditoría Superior del Estado.

El actual titular se mantendrá en su puesto.

El tema ni siquiera está en la agenda.

No, no hay cambios.

Hasta nuevo aviso.

Como diría el clásico: no se hagan bolas.

O para qué tanto brinco estando el piso tan parejo.

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