Miles de soldados estadounidenses – alrededor de mil 500- en servicio activo han recibido la orden de ser desplegados en la frontera sur de Estados Unidos con México, solo dos días después de que el presidente Donald Trump instruyera a las Fuerzas Armadas a aumentar su presencia en esa área, según informaron funcionarios al tanto de la situación.
Este nuevo contingente se unirá a los aproximadamente 2,200 efectivos que ya se encuentran en la frontera como parte de la Fuerza de Tarea Conjunta Norte, una misión del Comando Norte de Estados Unidos con sede en El Paso, Texas.
Su función principal es apoyar a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) mediante tareas logísticas y administrativas, como la gestión de datos, monitoreo y mantenimiento de vehículos.
Aún no se ha especificado qué unidades serán enviadas a la frontera. Además, hay un grupo de la Guardia Nacional participando en la Operación Lonestar, liderada por la Guardia Nacional de Texas, que actualmente cuenta con alrededor de 4,500 miembros desplegados.
Los soldados adicionales que llegarán esta semana realizarán funciones similares a las de sus predecesores y se espera que refuercen la Fuerza de Tarea Conjunta Norte. Su labor incluirá mantener la operatividad de la Patrulla Fronteriza, asistir en centros de comando y control, y proporcionar más especialistas en inteligencia para evaluar amenazas y flujos migratorios.
También se anticipa que estos soldados incrementen los recursos aéreos y colaboren en operaciones aéreas. Se prevé que más soldados sean enviados a la frontera en las próximas semanas y meses, estableciendo así las bases para una mayor presencia militar.
No está claro si estos soldados estarán armados; sin embargo, ninguno tiene autorización para llevar a cabo funciones policiales como arrestos o incautaciones. La ley conocida como “posse comitatus” prohíbe que las tropas estadounidenses en servicio activo participen en actividades policiales sin autorización.
Trump amenaza a funcionarios que no cumplan con órdenes migratorias
El Departamento de Justicia de Estados Unidos emitió un memorando con instrucciones para investigar y procesar a funcionarios locales que no cumplan con las órdenes del Gobierno de Donald Trump sobre migración.
El memorando, que circula entre el personal del Departamento y ha sido publicado por medios estadounidenses, está firmado por el vicefiscal general en funciones, Emil Bove.
“La ley federal prohíbe que las autoridades estatales y locales se resistan, obstruyan o incumplan de cualquier forma con órdenes y solicitudes legales relacionadas con la inmigración”, apunta el memorando.
“Las oficinas de los fiscales federales y las divisiones legales del Departamento de Justicia investigarán estos casos de mala conducta para determinar si ameritan un posible proceso penal”, añade el texto.
La orden tiene como objetivo a los funcionarios de las llamadas ‘ciudades santuario’, decenas de urbes, entre las cuales las más grandes del país, que no colaboran en temas migratorios con el Gobierno de Estados Unidos.
De hecho, el memorando también insta a los funcionarios del Departamento de Justicia a que tomen medidas legales en contra de las llamadas ‘leyes santuario’.
Trump ha puesto la migración y la seguridad fronteriza como los pilares de su segundo mandato en la Casa Blanca, con la amenaza de macroredadas y deportaciones masivas.
Con información de CNN y El Economista