El Chromecast ha sido, sin duda, uno de los dispositivos más populares de Google. El auge del Smart TV y, sobre todo, la enorme expansión de Android TV ha hecho que el usuario haya ido poco a poco relegando este tipo de dispositivos a un segundo plano, algo más especializado, a favor de la simplicidad que implica usar simplemente las apps de la tele para consumir contenido. Por ello, estos dispositivos para dotar de mayor inteligencia a las teles inteligente, han pasado apunta a un público más premium. El Google TV Streamer es la definición de ese producto: una experiencia similar a las posibilidades que ofrece Google TV integrado en tu TV, con funciones adiciones, en un pack bastante premium y con un precio que, sin duda, alejará a aquellos que veían en el Chomecast un producto sencillo y barato.
El Google TV Streamer deja atrás esa línea de conveniencia y bajo precio para entrar a jugar en la liga de dispositivos mucho más caros y con mayores posibilidades en la que hasta ahora jugaban el Apple TV 4K y el Fire TV Cube, y lo hace con las señas de identidad de Google: sencillez de uso, interfaz similar y compatibilidad total con todo el ecosistema. Todo ello sumado a posibilidades de integrar la casa conectada y controlar muchos dispositivos desde el centro de control. No obstante, para el grueso de los usuarios no verá cambios significativos respecto a la experiencia que ofrece una TV moderna con Google TV, y, por tanto, el precio extra, que supera los 100 euros, lo hace un dispositivo más enfocado a usarlo como el centro neurálgico de la casa conectada y el ocio.
Hay dos tipos de usuarios, por tanto, que verán las bondades de Google TV Streamer, por un lado, los que teniendo una Smart TV antigua quieran darle capacidades modernas, y por otro, aquellos que busquen centrar su hogar inteligente en el ecosistema de Google. Si no encajas en ninguno de los dos grupos, es probable que este no sea un dispositivo par ti. El problema para Google, y que salta a la vista en las primeras horas con el TV Streamer, es que el 90% de la experiencia de uso y de las capacidades del dispositivo se puede hacer con la versión de Chromecast con Google TV 4K que cuesta casi la mitad y te sigue ofreciendo 4K, Dolby Visión y todas las siglas, por lo que dar el salto al Google TV Streamer solo está justificado si buscas, como decimos, centrar tu hogar conectado en el ecosistema de Google y su integración con estándares como Matter y ver qué te puede ofrecer eso de Google AI.
Google TV Streamer: cerebro del ecosistema
Google no es nueva en esto de ofrecer set-top-box de buena calidad, y se nota desde el unboxing hasta la puesta en marcha. El producto destila calidad por todos sus costados, pese a ser una simple caja de plástico que, una vez colocada bajo la TV, seguramente te vayas a olvidar de ella. El proceso de configuración es sencillo: descargas Google Home, enchufas el HDMI (que no viene incluido) y el cable de carga al Google TV Streamer y sigues los pasos. En pocos minutos lo tendrás 100% operativo. Y listo. No hay ninguna vuelta de tuerca más. Si ya estás en el ecosistema de Google, todo funcionará como la seda y lo tendrás disponible, una vez que actives que cuenta de Google en el dispositivo.
Configurado el Google TV Streamer (4K), la interfaz que se abrirá ante ti es la misma que, probablemente, tengas en tu TV. Y si tienes tu cuenta de Google, posiblemente la pantalla de inicio será idéntica. Lo mismo si usas algunas de las versiones de Chromecast con Google TV. Lo que sí cambia es el mando. Es más largo y estilizado, y tiene algunas funciones interesantes que vale la pena destacar. En primer lugar, el Google TV Streamer (4K) tiene una función muy interesante para los que pierdan el mando. Con un botón en la parte trasera del dispositivo permite encontrar el mando fácilmente, no es algo que vayas a usar a diario (o sí), pero es una adición interesante.
Otra cosa a destacar es la inclusión de un botón con acceso directo personalizable. Además de los incluidos de YouTube y Netflix, podemos configurar uno para hacer la acción que queramos o abrir una app a nuestro gusto. El mando funciona con pilas (incluidas en la caja) y no con batería como el del Apple TV, un cambio interesante para abandonar de una vez por todas las situaciones en las que se acaban la pilas y no tenemos una en casa: solo necesitarías un cable.
Otra de las razones que dan especial sentido a cambiar tu Chromecast con Google TV con Streamer es la inclusión de un puerto Ethernet. Si bien en la época de las redes Mesh y del Wi-Fi 7 (el dispositivo de Google se queda en el simple Wi-Fi 5) las conexiones por cable no son tan necesarias para tener un buen streaming, sí que siguen ofreciendo un valor ineludible en un aspecto concreto: la casa conectada. A día hoy sigue siendo el tipo de conexión que mejor estabilidad ofrece y, en un momento en el que los dispositivos del hogar inteligente crecen de forma exponencial, que su “cerebro” mantenga una conexión estable y con baja latencia es primordial. Y teniendo en cuenta que una de las bondades del Google TV Streamer, es servir de puente en la casa conectada, es un punto a destacar que Google haya optado por incluir este puerto.
Más información: https://hipertextual.com/2024/09/google-tv-streamer-analisis-el-sucesor-del-chromecast-rompe-con-su-pasado-para-ir-mas-alla