Los principales agresores de poblanas son personas desconocidas. La mayor cantidad de sus víctimas se ubican en un rango etario muy amplio, que abarca de los 15 a los 39 años de edad.
Un ejercicio demoscópico a cargo del gobierno municipal y el Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico de la BUAP, ha evidenciado a los principales violentadores de las mujeres habitantes de la ciudad de Puebla, en los últimos cinco años.
En el estudio se apunta que 34.1 % de las mil 226 entrevistadas, señaló a personas desconocidas como las responsables de las agresiones. Este porcentaje es el más alto reportado. Se detalla que ocho de cada 10 de las mujeres afectadas, tenían entre 15 y 39 años al momento de la agresión.
La expareja resultó el segundo personaje con más señalamientos, pues así lo mencionó el 18 % de las consultadas. Las poblanas de 20 a 39 años concentraron el 22 % de las agresiones en el periodo de referencia.
En tanto, de la pareja actual, 15.5 % lo acusó de haber sido violentadas de forma verbal o física. El 33 % de las que respondieron de manera afirmativa, tenía entre 20 y 49 años.
Es preciso indicar que el documento se desarrolló en el primer semestre de 2023; ahí se presentan los hallazgos más significativos sobre las distintas “Violencias contra la Mujer” (VCM) en la ciudad de Puebla.
En este contexto, se observa que el cuarto personaje más señalado por las entrevistadas, es el compañero de trabajo, así lo mencionó el 12.5 %. Los vecinos quedan por debajo, con el 9.7 % de las referencias. Enseguida, el jefe de trabajo, que representó el 8.7 % de las respuestas.
Es importante distinguir entre violencia y agresión, ya que el impacto que generan y la sistematización de ambas son distintos. En el ámbito científico la violencia se ha definido como un conjunto de actos destinados a dañar físicamente a una persona, mientras que la agresión va dirigida a dañar física o psicológicamente, indica el documento.
De esta forma, las entrevistadas también acusaron como agresores, en menor medida, a compañeros de escuela, padres, hermanos, maestros, primos, tíos, padrastros y hasta abuelos.
Se especifica en el trabajo que si todos los delitos sexuales y de violencia familiar fueran denunciados, la autoridad investigadora recibiría diariamente unos 182 casos.