El ayuntamiento de Ahuacatlán revocó permisos que esa comuna había otorgado en 2009 a la empresa Comexhidro-Deselec para construir una hidroeléctrica sobre el río Ajajalpan, en la Sierra Norte de Puebla, que pretende suministrar energía a las tiendas Walmart.

En sesión celebrada el 19 de septiembre, el Cabildo encabezado por el alcalde morenista, Pedro Luis Cruz Bonilla, votó por mayoría declarar ilegales los permisos de uso de suelo y licencias de construcción y de movimiento de tierras para la ejecución de una presa derivadora, así como tuberías de conducción, estructuras y caminos que se habían otorgado a la empresa Deselec.

En el acta de Cabildo quedó asentado que esos permisos eran ilegales porque fueron otorgados de manera unilateral por Andrés Francisco Juan Covarrubias, quien era regidor de Desarrollo Urbano, Obras y Servicios Públicos en la administración municipal 2008-2011, sin que fuera sometido a votación ante el cuerpo edilicio.

Cabe señalar que ya en 2020, el mismo Ayuntamiento de Ahuacatlán había revocado ya otros permisos otorgados a la empresa para uso de suelo y construcción del llamado Proyecto hidroeléctrico Puebla 1, que pretende construir una central hidroeléctrica a través de presas en Ahuacoya y Zoquiapa para la producción de energía eléctrica.

En 2016, las comunidades totonacas de San Mateo Tlacotepec, Altica y San Felipe Tepatlán, pertenecientes a los municipios de Ahuacatlán y San Felipe Tepatlán, presentaron una demanda de amparo contra la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Comisión Reguladora de Energía y la Comisión Nacional del Agua, entre otras, para pedir la anulación de este proyecto.

En 2019, un juez negó el amparo a las comunidades al considerar que la Secretaría de Energía si había realizado una consulta indígena en 2015.

Sin embargo, tanto las comunidades, acompañadas por las organizaciones Fundar y el Consejo Tiyat Tlali, señalan que esa consulta se llevó a cabo seis años después que se otorgaran los permisos al proyecto, además de que se han encontrado irregularidades como falsificación de firmas y la falta de información sobre las consecuencias que traería al medio ambiente y a la forma de vida de esa región.

Aunque la empresa cuenta con permisos federales, los municipios de Ahuacatlán y San Felipe Tepatlán le han dado reveses al proyecto a través de la cancelación de permisos que concedieron pasadas administraciones municipales.

Con información de Proceso