Sólo faltaría reubicar a 46 internos del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Tetela de Ocampo, para concretar el traslado de todos los reclusos en las siete cárceles que el Gobierno de Puebla dejará de usar.
El pasado 30 de septiembre se publicó en el Periódico Oficial del Estado (POE) el acuerdo que confirma que “el Sistema Penitenciario del Estado de Puebla, deja de hacer uso de los Centros de Reinserción Social de Atlixco, Chiautla de Tapia, Izúcar de Matamoros, Tetela de Ocampo, Tecali de Herrera, Chignahuapan y Zacatlán”.
Las cárceles de Atlixco, Chiautla de Tapia e Izúcar de Matamoros cerraron sus operaciones desde el sismo del 19 de septiembre del 2017, pues registraron daños que pusieron en riesgo la integridad de los inmuebles y los otros cuatro centros penitenciarios reubicaron a sus poblaciones en otras prisiones.
En el caso de las cárceles de Tecali de Herrera, Chignahuapan y Zacatlán, los Cuadernos Mensuales de Información Estadística Penitenciaria Nacional del Gobierno Federal confirman que desde que arrancó el 2024 comenzaron a desalojarlas.
Hasta agosto de este año, la única cárcel que conservaba población penitenciaría fue la de Tetela de Ocampo que albergaba 43 hombres, por lo que está cerca de alcanzar su capacidad máxima de 46 internos.