Temeroso de perder el control del PAN en el estado de Puebla, el cacique azul Eduardo Rivera Pérez le cerró la puerta a una elección libre y directa entre militantes para elegir al nuevo dirigente estatal.
A través de sus empleados, compró la voluntad de los comités municipales que, en su mayoría, rechazaron este método y optaron por un Consejo Estatal, mismo que domina el ex alcalde de Puebla que dejó millonario hoyo financiero tras su paso por el ayuntamiento capitalino.
El pasado miércoles la burda maniobra del yunquista se consolidó luego que el Comité Municipal del PAN en la ciudad de Puebla rechazó ir a una elección abierta entre militantes en una sesión a puerta cerrada.
El diputado panista Rafael Micalco dijo que esto fue una traición a los militantes, a quienes no se les tomará en cuenta para elegir al sucesor o sucesora de Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández.
Responsable de la peor derrota electoral del PAN en el estado, Eduardo Rivera volverá a imponer presidente del Comité Directivo Estatal, a fin de controlar candidaturas plurinominales y el manejo del presupuesto que el partido recibe del Estado. En cacique azul aun no decide entre sus empleados Adán Domínguez y Felipe Velázquez.
Eduardo Rivera busca negociar impunidad con el régimen morenista para no ir a la cárcel tras el desfalco cometido en el ayuntamiento de Puebla; para ello ha ofrecido ser una oposición cómoda para el próximo gobernador del estado, Alejandro Armenta Mier.
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