Dentro de una semana estaremos comentando el resultado de la elección del 2 de junio. Y a menos que ocurriera algo verdaderamente extraordinario (que no es imposible pero sí realmente difícil), se confirmará el triunfo de Claudia Sheinbaum para la Presidencia de la República y en Puebla el triunfo de Alejandro Armenta y muchos Presidentes Municipales provenientes de MORENA y/o sus aliados. Para el Congreso local y federal las tendencias son las mismas.
A una semana… ¿esto pude cambiar? Bueno, nada es imposible y ha habido casos extraordinarios en donde hay cambio de preferencias que marcaban las mediciones demoscópicas previas. Pero reitero, son casos extraordinarios (guerras, atentados, crímenes contra candidatos o cosas por el estilo).
La verdad es que, salvo la beligerancia extrema que se ha desatado en redes sociales con los simpatizantes y partidarios de unos u otros candidatos y también por los asesinatos de candidatos en algunos Estados del país (Puebla incluido), el presente proceso electoral se ha desarrollado de forma normal.
Los partidarios de Xóchitl Gálvez y de los candidatos del PAN-PRI-PRD (y aliados locales en cada Entidad) andan verdaderamente molestos y hasta agresivos, porque las tendencias medidas por empresas serias no favorecen a su opción. Se parecen mucho a los partidarios de López Obrador en los años de lucha contra “los fraudes” en 2006 y 2012.
Recuerdo que en aquellos años (sobre todo cuando ganó Felipe Calderón) los panistas pregonaban que “las elecciones se ganan por un voto” y su ganador de la Presidencia exclamó con cierto cinismo que había ganado “haiga sido como haiga sido”. Y reclamaban a los partidarios de López Obrador (en aquel entonces los perredistas) que aceptaran su derrota y no solo dijeran que hay democracia cuando se gana…
Bueno. Pues eso mismo pareciera que los partidarios de MORENA podrían decirles a los panistas (y priistas-perredistas): Acepten su derrota y así es la democracia.
Es un hecho. La mayoría de la gente responde en todas las encuestas (serias) que sí aprueban el trabajo de AMLO como Presidente de la República y dicen con total naturalidad (y seguridad) que su preferencia es por el partido del Presidente (o aliados).
¿Los encuestadores qué culpa tenemos que eso respondan los ciudadanos con posibilidad de votar que aceptan que se les haga la pregunta?
El tonto y tradicional sainete mediático de atacar a los encuestadores porque publicamos tendencias que no les gustan a algunos es… natural. Durante 25 años lo hemos vivido en el BEAP y ya nos acostumbramos. Pero esos mismos que nos critican hasta el cansancio… en próximos procesos nos llamarán para que les compartamos encuestas. Me ha pasado una y otra vez. Todas las encuestas son una basura… pero todos las quieren publicar en algún momento. Normal.
Pero volviendo al tema original. Es realmente complicado que cambien las tendencias que hoy marcan las mediciones demoscópicas serias y profesionales. Calculamos en 60% o un poco más la participación real de la gente el 2 de junio. Y hemos hecho análisis de por quién votan los que sí están seguros de ir a votar. Y se confirman las preferencias por los candidatos de MORENA y aliados.
Pero reitero hasta el cansancio: Los encuestadores no hacemos predicciones (eso quieren los periodistas). Esperaremos a ver qué pasa el próximo 2 de junio. Es difícil que cambien preferencias a una semana de la elección, pero vamos a ver si se confirman.
Eso sí: Salgamos a votar. Es la única forma que tenemos de que haya el gobierno que queremos. Y si no gana por quien votamos, ni modo. Se llama Democracia. Los mexicanos luchamos dos siglos para que hubiera gobiernos que surgieran del voto popular (la primera Constitución republicana fue precisamente la de 1824) y luego que hubiera alternancia. Eso queríamos. Pues eso tenemos hoy.
Ganará el que más votos consiga. Y el que pierda deberá aceptarlo. Punto.
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