Aunque se desconocen detalles de la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública, que Alejandro Armenta Mier pretende impulsar para dar una nueva forma a la estructura del gobierno del estado, se sabe que la misma implicará una profunda transformación que no sólo pasa por la creación de nuevas secretarías o la fusión y/o ampliación de otras, y el fortalecimiento de ciertas dependencias, sino sobre todo por la forma en que se gestionará el poder en el sexenio que arrancará en diciembre próximo.
Como el mismo gobernador electo lo ha informado públicamente, busca concretar varios cambios de enorme trascendencia.
Modificarían nomenclatura:
La Secretaría de Arte y Cultura
La Secretaría de Promoción y Desarrollo Turístico
La Agencia Estatal de Desarrollo Energético y Cambio Climático
Se fusionarían:
La Secretaría de Planeación, Finanzas y Administración
La Secretaría de Desarrollo Económico y Trabajo
Se crearían:
La Secretaría de Humanidades, Ciencia, Tecnología e Innovación
La Secretaría de Deporte y Juventud
La Agencia Estatal de Turismo
La Coordinación de Planeación Estratégica para el Desarrollo Municipal
La Promotora Puebla
Y quizá lo más relevante:
Se fortalecería la Jefatura de Gabinete y Oficina del Gobernador.
Es ahí donde encuentra toda la lógica del mundo la designación que el pasado lunes Alejandro Armenta hizo del maestro José Samuel Aguilar Pala.
Se trata de un hombre muy cercano desde hace muchos, muchos años al hoy gobernador electo, cuya lealtad y capacidad no están en duda.
Ha acompañado a Armenta en las buenas, en las regulares, en las malas y en las muy malas, siempre ahí, al pie del cañón.
Muy trabajador y buen operador político, conoce Puebla a la perfección, a sus grupos, a sus intereses, a los amigos, a los enemigos; sabe, pues, de todas las tensiones y de todas las distensiones de un estado tan complejo y tan diverso como el nuestro.
Fue su asesor en el Senado y al ganar la candidatura a la gubernatura y de cara al inicio de la campaña, lo mandó al Comité Ejecutivo Estatal de Morena Puebla como secretario de Organización; es decir, en la práctica lo puso al mando del partido, pues como todo mundo sabe, la dirigente formal, Olga Romero Garci-Crespo, no sólo es herencia del barbosismo, sino una dirigente de papel.
De 59 años de edad, Aguilar Pala goza de todas las confianzas de Alejandro Armenta.
No es un personaje muy conocido, cero mediático, muy ajeno al protagonismo de otros y otras, y quizá por eso, algunos comentócratas poblanos-especialistas en todo, expertos en nada- cuestionaron su nombramiento como próximo secretario de Gobernación.
Sin embargo, Aguilar Pala es justamente el perfil que va a requerir el nuevo gobernador.
Y es que la mencionada reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública implicará que muchas de las facultades y muchas de las obligaciones de la Secretaría de Gobernación se transferirán a la Jefatura de Gabinete y Oficina del Gobernador.
Esto es: la Secretaría de Gobernación del nuevo gobierno no será la mega Secretaría de Gobernación que Rafael Moreno Valle Rosas le construyó a su entonces querido cuñado Fernando Manzanilla Prieto, ni tampoco la actual Secretaría de Gobernación -bastante empoderada- que encabeza Javier Aquino Limón.
Nadie tendrá, obviamente, más poder que el gobernador Armenta. Nunca. El poder no se comparte con nadie. Y, en política, es regla que nadie está antes, o por encima, del 1.
Pero en términos de gestión, la Jefatura de Gabinete y Oficina del Gobernador asumirá muchas de las funciones que legal e históricamente han sido atribuciones de la Secretaría de Gobernación.
En otros gobiernos, el secretario de Gobernación ha ejercido en los hechos como “jefe de gabinete” y como tal, coordinó, supervisó y en muchos casos ordenó el trabajo del resto de los secretarios de despacho, para el buen funcionamiento de la administración.
En el gobierno de Alejandro Armenta no será así y por eso la atinada -y muy razonable- designación de Aguilar Pala.
Por cierto: ¿cuándo se presentará o enviará al Congreso del estado la multi mencionada reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública?
No está claro si en la actual Legislatura o en la que comenzará funciones el próximo 15 de septiembre.
En la reunión privada que Alejandro Armenta sostuvo con las actuales diputadas y los actuales diputados el pasado 30 de julio, en el viejo pero renovado Palacio de Gobierno de Reforma 711, el gobernador electo les explicó el objetivo de la citada reforma y pudo medir su ánimo, es decir, qué tanto estarían dispuestas y dispuestos a aprobarla.
Según algunos de los legisladores asistentes, sí hay el interés y la voluntad de sacarla antes del fin de la vigente Legislatura, la LXI; pero ello, en todo caso, depende de que la iniciativa -a la cual se le siguen haciendo ajustes- esté lista a tiempo.
Mis fuentes me dicen que de ocurrir así, se necesitará agregar -y aprobar- un artículo transitorio en el que quede claro que la nueva Ley Orgánica de la Administración Pública, y por tanto la nueva estructura del nuevo gobierno, entrará en vigor el 15 de diciembre, es decir, un día después que Alejandro Armenta asumirá el poder.