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LA GENEROSIDAD DE JOSÉ CHEDRAUI, ALCALDE DE PUEBLA

LA GENEROSIDAD DE JOSÉ CHEDRAUI, ALCALDE DE PUEBLA

LA GENEROSIDAD DE JOSÉ CHEDRAUI, ALCALDE DE PUEBLA

Buen mensaje, hasta emotivo y esperanzador, pero cargado de promesas que no está claro con qué presupuesto se van a materializar.

Así fue, en esencia, el discurso inaugural de José Chedraui Budib, quien ayer rindió protesta como presidente municipal de Puebla para el periodo 2024-2027.

Llamó poderosamente la atención que del hoyo financiero, de las deudas, de los problemas económicos que le heredaron, pocas o cero referencias.

“No podemos tapar el sol con un dedo, recibimos el gobierno con problemas serios”, dijo.

Y eso fue todo lo que dijo al respecto.

Nada más.

Quedó la impresión que el empresario -que ha llegado al poder a través de Morena– fue sumamente generoso con los panistas Eduardo Rivera Pérez y Adán Domínguez Sánchez, presentes en el histórico Auditorio de la Reforma, incómodos, fuera de lugar y con cara de pocos amigos, uno al lado del otro en la fila donde se ubicó a los ex alcaldes capitalinos.

José Chedraui ya no se acordó de sus palabras de hace unos cuantos días, cuando encabezó una rueda de prensa (“Mensaje a la ciudad”, lo llamó) en la que condenó el intento del gobierno municipal de contratar de última hora un crédito bancario por más de 600 millones de pesos para tapar el cráter en el presupuesto, cuando dijo que no se vale ocultar información, cuando acusó que le dejan “un gobierno de cero” y cuando advirtió que no callará ni solapará nada.

En su toma de protesta, al medio día de este martes, modificó el tono, bajó los decibeles y hasta se mostró magnánimo con sus antecesores.

La lectura es que, como sucede en cada cambio de gobierno, realmente nada pasará; las correspondientes cuentas públicas se negociarán con quien se tienen que negociar y cualquier desfalco, anomalía o abuso presupuestal, será -primero- olvidado y -luego- perdonado.

Y un nuevo ciclo habrá comenzado…

Como dice el clásico:

“Las reses de hoy serán los carniceros del mañana”.

Y el otro clásico:

“Ya todos nos perdonamos”.

Pero más allá de la súbita y curiosa generosidad del nuevo alcalde con quienes lo antecedieron en el cargo, cayeron bien varias cosas de lo que se vio y escuchó en el renovado recinto de Los Fuertes.

Primero, que Chedraui Budib haya puesto como la gran prioridad de su trienio a la seguridad pública.

Es la exigencia número uno de los ciudadanos, de todos los niveles sociales, y más tras los últimos acontecimientos en Puebla capital y la zona conurbada.

El nuevo edil no puede fallar en este tema: si no logra darle la vuelta, su gobierno será fallido.

Y su futuro político -el que sea- se habrá cancelado.

Sólo debe verse en el espejo de quienes lo antecedieron en la responsabilidad.

Así de sencillo.

Y tan lo sabe José Chedraui, que en su primer discurso ya como alcalde constitucional le dio el peso adecuado, el énfasis correcto, y anunció ya las primeras acciones, como el hecho de que, mediante un acuerdo con FEMSA, las 800 cámaras de todas las tiendas Oxxo de esta capital se van a conectar al C5.

Mencionó que hoy por hoy la respuesta policiaca es deficiente o nula, y esa y otras medidas -como la adquisición de 200 patrullas eléctricas y el aumento de sueldo a los uniformados- van precisamente en el sentido de dar resultados rápido, sin pretextos ni dilaciones.

El acuerdo con FEMSA pone de relieve, de paso, que las alianzas empresariales del nuevo alcalde -que no son pocas-, son y serán uno de sus más importantes activos y las pondrá al servicio de la ciudad.

José Chedraui hizo varios e importantes anuncios relacionados con bacheo, pavimentación de calles en colonias y juntas auxiliares olvidadas, colectores pluviales para prevenir inundaciones, una barda perimetral para la Central de Abasto, techados en plazas cívicas y canchas de usos múltiples de escuelas públicas, mantenimiento a fuentes emblemáticas de la ciudad, mejoramiento de todo el sistema de semáforos, sustitución de luminarias por LEDs, paneles solares en mercados y un largo etcétera que sonó muy bien, pero que, reitero, no quedó claro cómo se va a financiar.

Sobre todo si, hasta donde nos quedamos, ha recibido un ayuntamiento quebrado y saqueado, con múltiples deudas y necesidades apremiantes.

Por lo demás, es digno de destacar la reiteración de que pondrá toda su voluntad política para trabajar de la mano del próximo gobernador, Alejandro Armenta Mier.

No podía -ni puede- ser de otra forma.

La ciudad de Puebla ya no soporta otro pleito más entre autoridades municipales y estatales; habrá que ver cuánto dura lo que hoy parece una “luna de miel”.

Vía remota, Alejandro Armenta dirigió un mensaje genérico para los nuevos ediles -no acudió a ninguna toma de protesta pues convalece de una nueva operación de talón de Aquiles; en su representación, envió al Auditorio de la Reforma a su hijo Alejandro y a quien será su secretario de Gobernación, Samuel Aguilar Pala-.

“Gobiernen con honestidad, sin privilegio y sin influyentismos. La gente quiere gobiernos libre de corrupción, deben consultar y no imponer”, dijo el mandatario electo.

En su oportunidad, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina -uno de los más felices, si no es que el más feliz, en el evento, por múltiples y obvias razones-, apuntó que el mayor reto de su amigo José Chedraui es sin duda el de la seguridad pública.

Y resaltó:

“Pepe es un promotor nato, un hombre de acuerdos, un político y empresario que conecta y que hace que suceda”.

Al final, hubo un momento en que José Chedraui lució sumamente emocionado, pletórico, y esos sentimientos los logró transmitir al auditorio que lo observaba con lupa y entre quienes se encontraba su esposa, María Elise Budib.

Incluso, se le quebró la voz.

Fue cuando juró que cuidará a la ciudad como cuida a su familia, que trabajará con todas sus fuerzas para que Puebla se convierta en la mejor ciudad del país y que está convencido de que hoy no es ni la mitad de lo que puede llegar a ser.

“Puebla merece renacer”, dijo.

“Puebla no merece verse así”, cerró.

Imposible estar en desacuerdo.

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