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HOYO FINANCIERO MUNICIPAL: ¿QUIÉN VA A PAGAR LOS PLATOS ROTOS?

HOYO FINANCIERO MUNICIPAL: ¿QUIÉN VA A PAGAR LOS PLATOS ROTOS?

HOYO FINANCIERO MUNICIPAL: ¿QUIÉN VA A PAGAR LOS PLATOS ROTOS?

Ya se había advertido repetidamente del fuerte ruido en la transición gubernamental en el municipio de Puebla.

Pero ahora, ese ruido se volvió un estruendo -de proporciones gigantescas- entre el alcalde que se va, Adán Domínguez Sánchez, y el que llega, José Chedraui Budib, y las cosas no pintan nada bien para la ciudad capital ni para el equipo del ex candidato a gobernador y ex alcalde Eduardo Rivera Pérez.

Y es que la operación política que echó a andar el presidente municipal para conseguir la aprobación del Cabildo y luego del Congreso del estado, para poder contratar un crédito por 600 millones de pesos, a escasos días del cambio de administración, a fin de liquidar pagos pendientes a proveedores, no sólo tomó por sorpresa a José Chedraui, sino que causó verdadera irritación.

Desde el ayuntamiento capitalino se dejó correr la versión de que el edil electo estaba al tanto e incluso que avaló tal solicitud de endeudamiento -por hasta 10 años, según ha trascendido-; sin embargo, tal especie resultó una mentira, otra, y causó todavía más molestia, pues José Chedraui no está al tanto ni lo avala.

De hecho, se ha ausentado de las últimas dos reuniones de transición precisamente porque han resultado una pérdida de tiempo: les informan lo que quieren y los escasos datos que se proporcionan, son parciales e insuficientes.

Se estima que el hoyo financiero (o crisis de liquidez) del gobierno municipal es superior a los 380 millones de pesos. Esa cifra es la que supuestamente se debe a los proveedores y contratistas, muchos de los cuales llevan meses sin obtener un solo pago por los trabajos realizados. Sin embargo, se requerirían otros 300 millones de pesos para que José Chedraui pueda garantizar la operación normal del ayuntamiento en los primeros días de su administración.

Hasta el cierre de esta columna, el equipo de Adán Domínguez no había proporcionado al de José Chedraui los estados financieros reales de la comuna. Mismos que se han solicitado varias veces. En declaraciones a los medios, el futuro secretario de Gobernación municipal, Franco Rodríguez, aceptó que el famoso crédito por 600 millones de pesos los tomó por sorpresa.

Por su parte, el propio gobernador electo, Alejandro Armenta Mier, fue muy claro, en su rueda de prensa matutina, al señalar que no habrá fobias ni persecución, pero tampoco impunidad. Dijo que el Ayuntamiento de Puebla debe explicar el uso que dio a más de 6 mil millones de pesos de presupuesto en tres años y por qué se está planteando recurrir a dicho crédito. Y recordó que la palabra final será, en todo caso, del Congreso del estado, con mayoría de diputados y diputadas de Morena y sus partidos aliados. “Mal, mal”, mencionó cuando le pidieron su opinión tras asistir al informe de labores del TSJ.

Por separado, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina dio un manotazo en la mesa y la mañana de este lunes anunció un plan urgente de bacheo nocturno en la zona metropolitana de Puebla, lo que evidentemente se leyó como un reproche directo -directísimo- a la ineficiencia, desidia y omisión del ayuntamiento capitalino y de quienes lo controlan, mismos que desde el pasado 2 de junio, cuando perdieron las elecciones, bajaron los brazos y dejaron que Puebla se convirtiera en una ciudad sin rumbo -y con cráteres por todos lados en lugar de baches que han dejado cientos, quizá miles de llantas ponchadas en todos los puntos de la mancha urbana-.

A su vez, la presidenta del Congreso del estado, Laura Artemisa García Chávez, confirmó que sí se reunió en el transcurso de este mismo lunes con Adán Domínguez debido a que este sí va a dejar endeudado al ayuntamiento y requiere la aprobación del poder Legislativo, al cual Sergio Salomón pidió prudencia y revisar bien la situación antes de autorizarlo.

Hay enorme preocupación en José ChedrauiSergio Salomón y Alejandro Armenta por lo que están viendo en el gobierno municipal de Puebla, mientras Eduardo Rivera se pasea alegremente por todo el país buscando, como siempre, su propio beneficio acomodándose en algún “hueso” dentro del nuevo CEN del PAN.

Desde hace semanas, se habla de fuertes diferencias entre Eduardo Rivera y Adán Domínguez por diversos temas como el pago de los compromisos de la fallida campaña del primero, el sistema Parkimóvil, la venta de autos chatarra, el helicóptero Arcángel, el chabot Ángela y diversos contratos de obra pública, así como numerosos pendientes que Chedraui va a tener que enfrentar y resolver… aunque sin dinero.

Cuentan que una de sus últimas discusiones fue en torno a un viaje programado a Europa con una comitiva numerosa en la que estaban incluidas personas de toda la confianza de Eduardo Rivera, que fueron bajadas del barco (más bien, del avión) de último momento por Adán Domínguez a pesar de que les hicieron tramitar los pasaportes y las visas respectivas.

La lista de viajeros fue revisada por gente cercana a Domínguez y al ver el exceso y algunos nombres que no tenían nada que ver con el periplo, hizo los comentarios necesarios mostrando su extrañeza y se determinó suspender el viaje.

Hasta hoy Adán ha sido leal, pero tampoco es ingenuo y no va a asumir toda la culpa, pues los problemas vienen desde la gestión de Rivera, al cual la Auditoría Superior del Estado ya le observó sus cuentas públicas por cifras millonarias.

En medio de todo esto, se afirma que Eduardo Rivera ya no ve tan claro seguir empujándolo para la decadente dirigencia estatal del PAN, y menos tras los últimos acontecimientos, que lo colocan indudablemente en condiciones de vulnerabilidad, tanto afuera como adentro del partido. Afuera porque se expone a enfrentar problemas legales y adentro, porque sus enemigos internos se disponen a realizar una verdadera carnicería con todo lo que está pasando.

Es un hecho confirmado que tanto el tesorero Omar Coyopol como el director de Egresos, Antonio Romero López, perdieron la brújula e incumplieron con la regla de oro de cualquier asunto financiero, incluso familiar: nunca gastes más de lo que tienes o ingresas.

Si cumplieron órdenes o se fueron por la libre -lo cual es muy poco probable-, está por verse. Pero alguien va a tener que pagar los platos rotos.

Y no va a ser José Chedraui, sino Eduardo Rivera o Adán Domínguez o ambos.

Hubo excesos, malas decisiones y seguramente abusos, mismos que, como ya advirtió Alejandro Armenta, no quedarán impunes.

Una fuente del ayuntamiento me dice que la problemática es peor, mucho peor, de lo que se ha comentado en columnas o notas de prensa.

“Están teniendo que reponer a las partidas federales contratos o proyectos que se pagaron con ellos por adelantado, pero están etiquetados y ahora todo lo que entra va para esas partidas y no para la operación”, explica.

Y agrega:

“Por eso no les ha alcanzado para bachear. Hay empresas constructoras que no han cobrado lo de hace meses y por eso no quieren hacer nada ahorita”.

Todavía más grave:

Al equipo de José Chedraui ha llegado información sólida que indica que el ayuntamiento que se va otorgó un bono de despedida a toda la gente de confianza.

Una especie de pago extra, “en agradecimiento a sus servicios”.

Un premio, pues. 

¡En tiempos de vacas flacas!

Según estos datos, a secretarios, directores y jefes les dieron entre uno y tres meses de sueldo.

También la mayoría de los regidores se llevó su tajada.

Lo cual, evidentemente, empeoró el estado de las finanzas municipales -ya de por sí afectadas- y llevó a tomar medidas desesperadas.

Tan desesperadas como el escandaloso crédito por 600 millones de pesos, a escasos siete días del fin del gobierno capitalino.

Algo a lo que ni siquiera la tan criticada Claudia Rivera Vivanco, de Morena, se atrevió.

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