EL PRI Y LA FALSIFICACIÓN DE FIRMAS (NUEVA TRAMA ELECTORAL POBLANA)
Arturo Luna Silva
Nuevo escándalo en el PRI, o en lo que queda del PRI en Puebla.
Y es que Néstor Camarillo y su camarilla de rufianes son unos inconformes.
Sí.
No se conforman con cobrar cuotas a los militantes priistas interesados en ser candidatos.
No se conforman con pasar la charola para impartir supuestos cursos de capacitación a aspirantes a un cargo de elección popular.
No se conforman con vender candidaturas, como el caso de Paola Angón, quien pagó 2.5 millones de pesos -aunque luego no le cumplieron y quién sabe si le regresaron el dinero-.
No se conforman con simular orígenes “indígenas” para poder vivir cómodamente seis años del presupuesto desde el Senado de la República.
No se conforman con meter facturas “hechizas” para repartirse las millonarias devoluciones de multas del INE.
No se conforman con provocar una desbandada histórica en el otrora partidazo.
No se conforman con quedarse con una sola diputación en el Congreso del estado.
No se conforman con quedarse sin regidores en el Cabildo de Puebla.
No, no se conforman…
Y es que ahora se descubre una nueva impostura: la falsificación de firmas -y con ello el robo de identidades– para la integración de planillas de ayuntamientos (alcaldes, síndicos, regidores) en no pocos municipios del estado.
Tan grave es que en estos días varios de los afectados de disponen a presentar una queja, primero, ante el Instituto Electoral del Estado (IEE) y luego una denuncia ante la Fiscalía Especializada en Delitos Electoralesl (FEPADE).
Ya fueron detectados varios casos, entre ellos Jonotla, Acateno y Tilapa, pero es en este último municipio donde hay más indignación con Néstor Camarillo y sus cómplices.
Este mismo miércoles hablé con Víctor Reyes Orea, quien me confirmó que él y varios habitantes de Tilapa fueron incluidos en la planilla municipal del PRI sin su autorización.
Víctor Reyes, alcalde de Tilapa de 2018 a 2021, fue anotado en la planilla que encabeza Claudia Santiesteban Marín como“síndico propietario”.
Pero no sólo no dio su consentimiento.
Sino que su firma fue falsificada.
Y ante el IEE, el PRI presentó una credencial del INE apócrifa.
Con tal de integrar la planilla, y cumplir con el trámite ante el IEE, Néstor Camarillo y sus huestes ni siquiera se dieron cuenta que actualmente funge como Delegado Regional de la Secretaría de Gobernación estatal en Tilapa.
Es decir: lo metieron a una planilla del PRI a pesar de que trabaja para el gobierno… ¡de Morena!
Es tal el desaseo del PRI en la integración de esta planilla que registraron a Jakelin Santiesteban Marín, hermana de la candidata a presidenta municipal, como ¡suplente! de esta.
Así de torpes (o cínicos).
No es el único caso.
La falsificación de firmas, y el robo de identidades, se repite en muchos otros municipios del estado.
Y hay indignación.
Y los afectados van a presentar sus respectivas denuncias ante las autoridades competentes.
¿Qué hay detrás de esto?
Una verdad consumada: el PRI del sepulturero Néstor Camarillo se ha quedado sin militantes en muchas regiones del estado y ha tenido que recurrir a la falsificación para rellenar, literal, muchas planillas municipales.
Nada más les faltó aplicar la típica de la Sección Amarilla y elegir y meter nombres de tín-marín-de-do-pingüe para postularlos como “regidores” o “regidoras”.
El IEE tendrá que rendir un informe sobre esta situación.
Y la FEPADE aplicar la ley en contra de quien o quienes resulten responsables.
Aunque ya se sabe quiénes son estos.
Hoy, como nunca antes, el PRI de Puebla opera como una verdadera mafia.
Y funciona como caja registradora.
Con el único fin de que Néstor Camarillo y su padrino y protector y cómplice Alejandro “Alito” Moreno sigan llenándose los bolsillos de dinero a costa de los militantes.
Es que no se conforman.