EL CARRO COMPLETO QUE SE HA COMPLICADO A MORENA PUEBLA
Arturo Luna Silva
Siempre se vio muy difícil llegar al carro completo, pero luego de las últimas semanas, ha quedado claro que eso será imposible para Morena en Puebla.
Las causas son todas conocidas, pero sobre todo obedecen a errores internos.
Por ejemplo, la designación de candidaturas, algunas muy frágiles; las inconformidades, que no han sido satisfechas o no del todo, y una Operación Cicatriz incompleta.
De hecho, el clima de división en la alianza lopezobradorista podría cobrar una cara factura en las urnas.
Si bien el riesgo no es de una derrota, sí, en cambio, de un resultado menor al anhelado. O al programado.
Claudia Sheinbaum ofreció que en el estado habría 2 millones de votos.
En eso coincidió con Alejandro Armenta.
Hasta hoy, las mediciones estatales pronostican que los dos ganarán en Puebla sin contratiempos.
Pero la meta de sufragios y un triunfo también abrumador en alcaldías y otros cargos, hoy se ve inviable.
No porque la oposición y sus candidatos estén haciendo un gran trabajo, sino porque las dirigencias de Morena y sus partidos aliados han cometido bastantes errores.
Nadie se explica cómo es que algunos personajes, literalmente odiados en la Cuarta Transformación (4T), alcanzaron candidaturas.
Muchos de ellas y ellos apenas hace unos meses arrojaban pestes sobre el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sobre Sheinbaum también.
Y le jugaban las contras a Armenta.
Pero ahora llevan la camiseta del lopezobradorismo como si nada hubiera pasado.
Muchos y muchas militantes fieles fueron damnificados, literalmente, desplazados por esos ex priístas y ex panistas a quienes se les dio cabida.
La frase de Claudia Sheinbaum, pronunciada en una conferencia de prensa en Tehuacán, la semana pasada, resultó además sal para las heridas.
“Hay compañeros, compañeras de Morena que son fundadores pero que no ganan una encuesta, y hay otros que se acercaron hace 6 años o 3 años y que sí ganan una encuesta”.
Hay malestar genuino.
Pero a éste, se suman las rebeliones artificiales que se han armado en Morena, por capricho, por berrinche o por revancha.
Que nadie se engañe: hay división en el partido del presidente en Puebla.
¿De qué tamaño?
No lo saben ni ellos.
¿Hará boquete el 2 de junio?
Sí, pero el tamaño es aún impredecible.
Hay ejemplos muy claros que comienzan a surgir.
En TikTok apareció una campaña que pide “Armenta sí, Chedraui no”, llamando a la militancia a un voto diferenciado.
En sus pocos aciertos, la oposición ha comenzado a subirse a esa campaña, para avivarla con la clara intención de fortalecer la división.
Aunado a ello, está el desánimo que se podría reflejar en brazos caídos el 2 de junio, de muchos lopezobradoristas poblanos quienes, hasta antes de la selección de las candidaturas, eran motor de esa causa.
Tampoco se puede dar por concluida la conspiración del grupo de Ignacio Mier, a quien han debido sentar no menos tres ocasiones, con figuras nacionales, como Ricardo Monreal, uno de los coordinadores de la campaña presidencial, para enfriarlo ante sus amagos e incitación a dividir al partido.
Este domingo se abrió otro frente, ahora entre el grupo de Claudia Rivera Vivanco y lo que queda del barbosismo, luego que Gabriel Biestro, coordinador municipal de Pepe Chedraui, declaró contra Andrés García Viveros, un personaje cercano a la ex alcaldesa de Puebla, y Roberto Zataraín, candidato a diputado local y pareja de la también candidata a diputada (pero federal) por Tepeaca, salió a contestarle en redes sociales.
“A ver si Biestro aclara cómo estuvo financiando granjas de bots cuando era presidente del Congreso (…) para difamar y calumniar a toda la clase política que se opusiera a los tratos tiránicos de Miguel Barbosa…”, posteó Zataraín.
Sí, Morena no está unido, se llevan pesado, y comete un error quien no lo quiera ver.
El coctel es peligroso.
Desánimo, revancha, enojo, simulación y algunos candidatos y candidatas débiles.
Posiblemente no muevan la gran postal y el triunfo lo consigan.
Pero lo cierto es que el carro completo, ya puede descartarse.