Entre todo lo destacado -y destacable- del segundo informe de gobierno de Sergio Salomón Céspedes Peregrina, el pasado viernes, hubo un detalle que llamó poderosamente la atención y que seguramente no escapó al observador atento.
Durante su mensaje, al mencionar a los personajes relevantes presentes, el mandatario se detuvo un momento para destacar subrayadamente la asistencia de Francisco Garduño Yáñez, comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM).
Es decir, la persona a la cual relevará pronto en el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Sergio Salomón le dedicó sentidas palabras de agradecimiento y comentó que si bien hasta hace unos meses no tenía el gusto de conocerlo, en poco tiempo se han hecho amigos.
El gobernador de Puebla señaló que Garduño se ha portado con él de manera formidable.
Habló de su gran generosidad y del gran apoyo que le ha prestado para que su llegada al INM se dé en las mejores condiciones.
Sergio Salomón fue sumamente cuidadoso en la forma y en el fondo de lo que dijo.
Es decir: qué dijo y cómo lo dijo.
De hecho, lo sentó en primera fila, al lado de los ex gobernadores Melquiades Morales Flores y Antonio Gali Fayad.
Es decir, dio a Francisco Garduño peso, relevancia, y con ello, dotó de sentido su presencia en el segundo informe.
Tanto, que se llevó un sonoro aplauso -provocado por el mandatario- de parte de la concurrencia.
Nada fue casual.
Al buen observador le pareció un mensaje brutal.
Un mensaje para la clase política sobre cómo deben tratar los que llegan a los que se van.
Es decir, a los que dejan de ser.
A los que son relevados.
A los que son sustituidos.
A los que dejan el poder.
Con generosidad, sensibilidad y gratitud.
En un acto breve y sencillo, Sergio Salomón dio una enorme lección de política, y como dice el clásico: el que entendió, entendió.
Por cierto: el gobernador asumirá la titularidad del INM el día después que entregue el mando del estado a Alejandro Armenta Mier.
No se tomará ni un día de respiro.
Como dijo este sábado durante una gira por Zacatlán, trabajará hasta el último día de su gestión.
Su última parada será Tepeaca, su pueblo, del que tanto se siente orgulloso y que presume a cada oportunidad.
De ahí, al gran reto del INM.
El que deja Francisco Garduño.
Su invitado de lujo.
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Otro detalle que tampoco pasó desapercibido para el observador atento, fue el hecho de no fue su hermano, el diputado Mauricio Céspedes Peregrina, quien dio respuesta al último informe del gobernador, en la nueva sede del Congreso del estado, allá en la zona de Los Fuertes.
Le tocaba como presidente de la Mesa Directiva de la LXII Legislatura, pero como se anticipó aquí el pasado 16 de septiembre, se buscó y encontró la forma legal para que fuera otro diputado u otra diputada quien cumpliera con esa obligación.
Y así fue.
Correspondió a la legisladora Graciela Palomares Ramírez el honor de dar respuesta a dicho informe.
Así se evitó cualquier suspicacia o conflicto de intereses.
Lo dicho: la asepsia política, hasta el último día.
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Un tercer -y muy, pero muy relevante- detalle, fue lo sucedido justo al arranque del informe.
Es decir, el video que el gobernador dejó correr.
Un video en el que apareció la presidenta de México.
Un video en el que Claudia Sheinbaum, desde su oficina en Palacio Nacional, le expresó sus felicitaciones por los “logros extraordinarios” para Puebla.
“Muy pronto, afortunadamente, vendrá a trabajar con nosotros”, resaltó.
Hasta donde se sabe, la presidenta sí tenía contemplada su asistencia al informe.
Sin embargo, de última hora se comunicó con el gobernador y le informó que no acudiría por problemas de agenda.
“Pero te mando un video”, le dijo.
Y sí, en efecto, le mandó el video, la misma mañana del viernes.
Es ese video.
El video que se convirtió en un contundente “tapón de boca”.
Para sus detractores.
Y, sobre todo, para quienes quisieron arruinarle la fiesta.