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APUNTES SOBRE LA VISITA DEL PANISTA JORGE ROMERO A PUEBLA

APUNTES SOBRE LA VISITA DEL PANISTA JORGE ROMERO A PUEBLA

APUNTES SOBRE LA VISITA DEL PANISTA JORGE ROMERO A PUEBLA

APUNTES SOBRE LA VISITA DEL PANISTA JORGE ROMERO A PUEBLA
APUNTES SOBRE LA VISITA DEL PANISTA JORGE ROMERO A PUEBLA

No pocas señales dejó la visita que el pasado jueves hizo a Puebla el líder del Cártel Inmobiliario de la CDMX y futuro presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN.

La serie de encuentros de Jorge Romero Herrera con los panistas poblanos, así como las reuniones que en corto sostuvo con los integrantes de la nomenklatura azul, dieron bastantes luces sobre el rumbo que tomará a la brevedad el proceso interno para la renovación de la dirigencia estatal.

Por principio de cuentas hay que decir que, por más maromas que den los opositores al grupo de Eduardo Rivera Pérez, el método del cual surgirá el sucesor o la sucesora de Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández será el que se conoce como “extraordinario”.

Es decir, una votación cerrada entre la centena y poco más de miembros del Consejo Estatal.

El método “ordinario” (una elección abierta a los militantes) ya fue desechado.

Entre otras razones, porque Eduardo Rivera ha alegado insistentemente tanto al actual presidente nacional del PAN, Marko Cortés, como al propio Jorge Romero, que hay “manos externas”, algunas de ellas -ha dicho- ligadas al hoy gobernador electo, Alejandro Armenta Mier, interesadas no sólo en influir en el proceso interno, sino en imponer dirigente y apoderarse del partido.

O de lo que queda del partido, en condiciones deplorables y raquíticas gracias al ex alcalde capitalino y ex candidato a la gubernatura.

En su gira por Puebla, Jorge Romero en efecto todo el tiempo manejó en público el discurso de que el partido debe abrirse a sus militantes y dejar que sean ellos quienes tomen las decisiones más importantes.

No podía ser de otra manera: él irá a una elección abierta y sería un grave contrasentido que apoyara el método al cual se aferra Eduardo Rivera: el que pasa por el Consejo Estatal

Sin embargo, tras bambalinas, el acuerdo es que en Puebla no haya elección abierta a los militantes, lo cual muy probablemente se confirmará a finales de esta misma semana, cuando se estaría publicando la convocatoria correspondiente, que saldrá justo en esos términos.

Otra señal muy importante que arrojó la visita de Jorge Romero es que se consolida lo que parece ser una alianza estratégica entre Eduardo Rivera y Genoveva Huerta Villegas.

Como le anticipé aquí el pasado 22 de septiembre, los otrora enemigos  han decidido dejar de lado sus diferencias y caminar juntos, como garantes de los intereses tanto de Marko Cortés como de su pollo, el citado Jorge Romero.

A Eduardo Rivera y Genoveva Huerta, el triunfo de Jorge Romero les resulta indispensable, por múltiples razones.

Él y el futuro político de su grupo dependen de ello y ella, por su parte, es miembro y operadora del grupo de Marko Cortés.

Pero algo más importante: calculan que la suma de los votos que cada uno de ellos tiene en el Consejo Estatal, les garantiza el triunfo en la presidencia del Comité Directivo Estatal.

Según sus cuentas, juntos son invencibles, pues son los panistas poblanos que cuentan con más consejeros estatales.

Por eso no será extraño que la fórmula que registren sea Adán Domínguez Sánchez o Felipe Velázquez Gutiérrez (alfiles de Eduardo Rivera) para la presidencia y la propia Genoveva Huerta para la secretaría general.

Tanto Eduardo Rivera como Genoveva Huerta fueron los únicos panistas poblanos que acompañaron en todo momento a Jorge Romero; prácticamente no se le despegaron un solo instante, lo cual no sólo confirma la alianza entre ambos, sino su papel preponderante para la operación electoral a favor del candidato en el estado de Puebla.

Otro punto que llamó poderosamente la atención durante la visita de Jorge Romero fue la exclusión -deliberada- de los panistas opositores a Eduardo Rivera que han manifestado su interés por dirigir el PAN estatal.

Eduardo Rivera literalmente “secuestró” a Jorge Romero y marcadamente no invitó a Mónica Rodríguez Della VechiaRafael Micalco Méndez y la pareja Edmundo Tlatlehui Percino-Guadalupe Cuautle Torres, a ninguno de los actos o las reuniones que tuvo en Puebla el futuro sucesor de Marko Cortés.

La marginación más grave fue esta, la de la pareja Tlatlehui-Cuautle, pues llevaron a Jorge Romero a San Andrés Cholula, pero a ellos, los únicos que lograron ganar su elección el pasado 2 de junio, los ignoraron.

San Andrés Cholula es el único municipio importante en manos del PAN, un verdadero bastión azul frente a la ola Morena; a pesar de eso, Eduardo Rivera cometió tal torpeza y agravio.

¿Resultado?

El evento de Jorge Romero en San Andrés Cholula fue de pena ajena, no juntaron ni a 200 personas, quién sabe cuántas de ellas auténticos militantes del PAN.

La división en el panismo poblano es tan enorme como evidente y seguramente Jorge Romero tomó nota. Y si no, pues allá él.

Quien sí resultó invitado -pero no se sabe si por Eduardo Rivera, que lo detesta, o por Jorge Romero, quien es su amigo- fue Mario Riestra Piña.

El ex diputado federal y ex candidato a la presidencia municipal de Puebla estuvo al lado del futuro líder nacional panista y aprovechó la exposición mediática para confirmar que sí va a participar en el proceso interno para renovar la dirigencia estatal.

Mario Riestra podría convertirse en el candidato fuerte del bloque opositor a Eduardo Rivera, sobre todo si se dan una serie de circunstancias -que abordaré en otro momento-, si lograr unir a todos los inconformes y decepcionados con el ex alcalde capitalino -que no son pocos- y si consigue las alianzas internas y externas necesarias para apoderarse del partido.

Por cierto, durante la visita de Jorge Romero no se habló una sola palabra del elefante en medio de la sala.

Es decir, el hoyo (auténtico socavón) financiero heredado por Eduardo Rivera y sus secuaces en el ayuntamiento de Puebla.

El tema, obviamente, fue ignorado y hasta Jorge Romero llegó a decir que Rivera “hizo un buen trabajo” como alcalde.

No podía ser de otra manera: ni modo que dijera que el integrante de su planilla para la dirigencia nacional es un corrupto y un inepto, que ni siquiera fue capaz de mantener en poder del PAN el municipio que él y su grupo gobernaban, el municipio más importante y con más presupuesto del estado.

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