Dada la realidad nacional del rampante crimen en toda la república y el aumento de la corrupción e incompetencia en los tres niveles de gobierno, en plena era digital, definitivamente la tecnología podría ser una herramienta poderosa en la lucha tanto contra el crimen y como contra la corrupción.
Ya hay ejemplos de países como Singapur, Corea del Sur, Noruega enfrentaron y resolvieron de forma altamente satisfactoria, desafíos únicos en estas áreas, siempre y cuando exista voluntad política y presupuesto con el objetivo común de mejorar la seguridad pública y fortalecer la integridad gubernamental.
En este análisis, exploraremos cómo estos países han utilizado la tecnología de manera innovadora para abordar estos problemas, examinando sus estrategias, políticas y resultados. Al hacer comparaciones entre Singapur, Corea del Sur y Noruega con México, podremos identificar lecciones clave y mejores prácticas que pueden aplicarse en todo el mundo que espero se puedan un día aplicar en este país que tanto lo necesita.
Hablando de vigilancia inteligente y verdadera prevención del crimen, miremos a Singapur, que es conocido a nivel mundial por el orden y su enfoque proactivo en la seguridad pública, en dónde la tecnología ha desempeñado un papel crucial en este aspecto. El país ha desarrollado un sistema de vigilancia inteligente que utiliza cámaras de circuito cerrado de televisión (CCTV) de alta resolución interconectadas con reconocimiento facial así como de análisis de comportamiento, algo aún inexistente en México, siendo que este sistema permite a las autoridades monitorear áreas críticas y detectar comportamientos sospechosos en tiempo real. Un ejemplo destacado es el programa “Guardianes Virtuales”, donde las cámaras están conectadas a una red central que utiliza algoritmos para identificar actividades delictivas como el robo o el vandalismo. Esto ha llevado a una disminución significativa en los índices de criminalidad en áreas donde se ha implementado este sistema.
Comparativamente, en México, tecnología similar también se ha utilizado para la vigilancia, pero de manera menos integrada y no tan efectiva. Si bien existen sistemas de CCTV en algunas ciudades mexicanas, estos no suelen estar conectados de manera centralizada ni cuentan con capacidades avanzadas de análisis de datos además de baja resolución, aderezado con la corrupción de algunas autoridades y la falta de coordinación entre las agencias gubernamentales que han obstaculizado la implementación efectiva de medidas de seguridad basadas en tecnología ya existente y asequible con una buena implantación de la misma.
El análisis predictivo y fuerza policiaca proactiva en Corea del Sur, ha adoptado desde hace mucho tiempo, un enfoque innovador en la prevención del crimen mediante el uso de análisis predictivo y fuerza policiaca proactiva. El programa “Predicción y Prevención del Crimen” en
Seúl utiliza algoritmos de aprendizaje automático para analizar grandes cantidades de datos y predecir patrones delictivos, ahí la inteligencia artificial ha prevenido cientos de miles de crímenes y delitos antes de que se comentan.
La información que se utiliza o datos, incluyen información sobre incidentes pasados, condiciones ambientales y factores sociales, así como reconocimiento de personas con antecedentes penales o buscados por la autoridad. Con base en estos análisis, las autoridades pueden identificar áreas de alto riesgo y desplegar recursos policiales de manera proactiva. Como resultado, se ha observado una disminución significativa en la tasa de criminalidad en la ciudad.
En contraste, en México, si bien se han implementado algunas iniciativas de análisis predictivo en ciudades como Ciudad Juárez y Monterrey, los resultados saltan a la vista, en la cantidad de feminicidios, secuestros y robos violentos, por lo que es evidente que pese a tener centro de seguridad y monitoreo, estos no han alcanzado el mismo nivel de sofisticación ni impacto que las iniciativas en Corea del Sur. La falta de recursos y capacitación adecuada, así como la corrupción en algunas instituciones policiales nuevamente, han limitado la efectividad de estas medidas en México.
Pasando ahora a la transparencia y rendición de cuentas, Noruega es quien destaca por su alta transparencia y rendición de cuentas en el gobierno, y la tecnología ha sido fundamental en la promoción de estos valores dónde la corrupción es literalmente nula a nivel gobierno y nivel privado. Este país ha desarrollado plataformas en línea que permiten a los ciudadanos acceder fácilmente a información sobre el gasto público, contratos gubernamentales y actividades de los funcionarios. Esto crea un mayor escrutinio público y disuade la conducta corrupta al hacer que sea más difícil para los funcionarios deshonestos ocultar sus acciones.
En México, a pesar de los esfuerzos por aumentar la transparencia y la rendición de cuentas, aún persisten desafíos significativos. Si bien se han implementado plataformas en línea para divulgar información sobre el gasto público y las actividades gubernamentales, estas a menudo carecen de actualización y precisión. Además, la corrupción sigue siendo generalizada en muchas instituciones gubernamentales, lo que socava los esfuerzos por promover la transparencia y la rendición de cuentas.
No hay que inventar el hilo negro, sino copiar a países como Singapur, Corea del Sur y Noruega, si verdaderamente queremos un mejor México, los países antes mencionados en su momento enfrentaron desafíos similares en la lucha contra el crimen y la corrupción, pero han adoptado enfoques diferentes en el uso de la tecnología para abordar estos problemas. Singapur ha priorizado la vigilancia inteligente, Corea del Sur ha centrado sus esfuerzos en el análisis predictivo y el aplicación de ley proactiva, y Noruega ha destacado por su enfoque en la transparencia y la rendición de cuentas. En contraste, México ha enfrentado obstáculos significativos en la implementación efectiva de medidas de seguridad basadas en tecnología, debido a la corrupción y la falta de recursos adecuados tanto financieros cómo de funcionarios capaces. Sin embargo, con voluntad política, funcionarios capaces en puestos claves y capacidad aprender lecciones importantes unos de otros así como trabajar juntos para aprovechar al máximo el potencial de la tecnología en la lucha contra el crimen y la corrupción en México es factible, las innovaciones ya están disponibles y los ejemplos a seguir para hacerlo simple y sencillo están ahí.
El integrar tecnología cómo inteligencia artificial en los ministerios públicos, multiplicara en México su capacidad actual por 1000, con mejor integración de expedientes, desahogo de juicios, impartición de justicia imparcial y mejor coordinación con las fuerzas del orden y dar una vuelta de 180 grados de forma positiva en pocos años.