Una de las características de los ciclos económicos es que se suceden en una época o periodo determinado, dividido en cuatros fases que según el momento pueden ser ascendente o descendente y guardan entre sí una relación de sucesión: crisis, depresión, reanimación y auge.
El conjunto de fases entre dos crisis forma un ciclo capitalista y tal parece que estamos llegando a una ligera fase descendente debido a que el Banco de México en su informe trimestral octubre – diciembre 2023 presentado este 28 de febrero, actualizó a la baja el pronóstico de crecimiento que pasó de 3.0 a 2.8%.
A continuación, se presentan los principales riesgos para mantener este crecimiento económico, de acuerdo al documento de Banxico. Entre los riesgos a la baja para el crecimiento en el horizonte de pronóstico destacan:
· Que a pesar de la resiliencia que ha mostrado la economía de Estados Unidos, su crecimiento sea menor a lo esperado, en detrimento de la demanda externa de México.
· Que un escalamiento de diversos conflictos geopolíticos en distintas regiones del mundo repercuta adversamente en la economía global o en los flujos de comercio internacional.
· Que se materialicen condiciones financieras más astringentes a lo esperado y/o episodios de volatilidad en los mercados financieros internacionales que afecten los flujos de Banco de México.
· Que el gasto público dé un menor impulso sobre la actividad económica que el anticipado
· Que el gasto en inversión en nuestro país sea menor a lo previsto o insuficiente para apoyar el crecimiento de la economía, particularmente en el largo plazo. Ello podría ocurrir, entre otras razones, debido a que los numerosos procesos electorales alrededor del mundo podrían generar una mayor incertidumbre que afecte la inversión global.
· Que fenómenos meteorológicos tales como temperaturas extremas o ciclones impacten adversamente la actividad económica nacional.
Por otra parte, entre los riesgos al alza para el crecimiento en el horizonte de pronóstico, destacan:
· Que el crecimiento de la economía estadounidense sea mayor a lo esperado y que ello favorezca la demanda externa del país.
· Que la economía mexicana muestre una resiliencia mayor a la prevista.
· Que, en el marco del T-MEC, la reconfiguración global en los procesos productivos dé un impulso a la inversión mayor a lo esperado.
· Que el gasto público resulte en un mayor impulso a la actividad económica que el anticipado.
Hay que considerar que este es un año electoral, por lo que el gasto en este proceso es superior al promedio, dando la posibilidad de que se genere una mayor actividad, sin embargo, este gasto en inversión en nuestro país puede ser menor a lo previsto o insuficiente para apoyar el crecimiento de la economía, particularmente en el largo plazo, por lo que hay que darle seguimiento y evaluar el comportamiento de la economía para validar su tendencia.
El crecimiento económico es vital para garantizar la paz social, sin descuidar las otras variables como la seguridad, el crecimiento del empleo, entre otros.