Recientemente el tema de la deuda pública se ha convertido en una preocupación para los analistas financieros debido a su impacto en las finanzas públicas. A manera de definición, esta se entiende como todas las obligaciones insolutas del sector público contraídas en forma directa o a través de sus agentes financieros. Es una herramienta del gobierno para diferir sus gastos en el tiempo y así poder cumplir el conjunto de funciones que le son encomendadas.
Existen dos tipos de deuda: deuda bruta y deuda neta. La neta es igual a la deuda bruta menos los activos financieros del país (nacionales e internacionales). La Deuda Pública puede clasificarse:
1) Por su origen, en interna o externa, la primera son los financiamientos obtenidos en el mercado doméstico, mediante la colocación de valores gubernamentales y de créditos directos con otras instituciones que son pagaderos dentro del país y en pesos mexicanos. La segunda son los créditos contratados por el sector público con entidades financieras del exterior y pagaderos en el extranjero en moneda diferente a la moneda nacional
2) Por periodo de contratación, que puede ser en corto o largo plazo. El primero se obtiene a plazo menor de un año; el segundo a un plazo de un año o más.
3) Por la fuente de financiamiento, según la naturaleza de los acreedores financieros. Para la deuda externa: mercado de capitales, organismos financieros internacionales, mercado bancario, comercio exterior, deuda reestructurada y pasivos. Para la deuda interna: valores gubernamentales, banca comercial, Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), Sociedades de Inversión Especializadas en Fondos para el Retiro (Siefores), entre los más importantes.
4) Por moneda de contratación, según la divisa en la cual se contrató el crédito.
5) Por país, a partir del origen de la institución financiera acreedora.
6) Por instrumento, en función a las características jurídicas de los instrumentos que describen la relación que existe entre el acreedor y el deudor (pagarés, bonos, valores gubernamentales y los contratos o líneas de crédito).
A su vez, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público identifica tres indicadores básicos de la deuda pública:
1) La del Gobierno Federal, que comprende las obligaciones de los poderes legislativo y judicial, las dependencias del Poder Ejecutivo Federal y sus órganos
desconcentrados, así como las obligaciones contraídas por entidades que formaron parte de la Administración Pública Federal paraestatal y que fueron transformadas en órganos autónomos, en particular, el INAI y IFT.
2) La del Sector Público, que está integrada por la deuda del Gobierno Federal más las obligaciones de las entidades de control presupuestario directo, de las Empresas Productivas del Estado y sus subsidiarias, y de la Banca de Desarrollo, y
3) El Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), que está integrado por la deuda del Sector Público Presupuestario más las obligaciones que, por diversos ordenamientos jurídicos y prácticas presupuestarias, no se incluyen en la deuda pública (IPAB, PIDIREGAS, FARAC, FONADIN, etc).
Así mismo, en materia de deuda pública, al Congreso corresponde autorizar:
1) Montos de endeudamiento neto para el financiamiento del estado, municipios, entidades paraestatales y paramunicipales.
2) Al gobernador para que actúe como aval o deudor solidario.
3) La contratación de endeudamiento cuando los plazos de amortización de los créditos rebasen el término de la gestión.
4) Montos de endeudamiento adicionales y,
5) Verificación de las operaciones de deuda.
Las cifras más recientes en materia de financiamiento público, señalan que, al cierre del primer trimestre del 2024, el déficit presupuestario se ubicó en 452 mil 370.9 millones de pesos, 117 mil 946.9 millones de pesos por debajo del nivel programado para el trimestre.
Además, el déficit primario presupuestario alcanzó los 192 mil 790.5 millones de pesos, menor a lo programado en 79 mil 321.7 millones de pesos. Por su parte, los RFSP se ubicaron en 505 mil 701.3 millones de pesos.
La deuda pública mantuvo una trayectoria sostenible. El SHRFSP se ubicó al cierre del primer trimestre del año en 15 billones 434 mil 161.2 millones de pesos, monto equivalente al 45.5% del PIB.
La deuda neta del Gobierno Federal se ubicó en 13 billones 375 mil 500.7 millones de pesos en marzo de 2024. El 84% se mantuvo en el mercado interno, del cual, 77.1% se contrató a tasa fija y con vencimientos a largo plazo.
A manera de conclusión se puede aseverar que las finanzas públicas de México han presentado un desempeño alineado con el cumplimiento de las metas fiscales establecidas para el año, sin embargo, el monto de la deuda púbica puede convertirse en una bomba de tiempo para la siguiente administración, de ahí que se debe vigilar su comportamiento.