Principio de enero violento en Guerrero, que cuenta al menos tres masacres en tres días. Además de la matanza de pobladores de un municipio de la sierra el jueves, criminales asesinaron a cinco personas este sábado en un palenque, un recinto de peleas de gallos, en Petatlán, en la región de la Costa Grande, cerca de Zihuatanejo. El ataque dejó también una veintena de heridos. Este sábado, además, sicarios acribillaron a tres hermanas en Chilapa, en la región de la Montaña baja.
Incapaces de contener la ola violenta, las autoridades se limitan a constatar los hechos. En el caso de Petatlán, la Fiscalía del Estado dice que ha iniciado una “carpeta de Investigación en contra de quien, o quienes resulten responsables, por el delito de homicidio doloso por arma de fuego, cometido en agravio de cinco personas del sexo masculino”. En el de Chilapa, que ha iniciado “una carpeta de Investigación en contra de quien, o quienes resulten responsables, por el delito de homicidio calificado por arma de fuego, cometido en agravio de Ángela “N”, Mercedes “N” y Ofelia “N”.
No hay muchos más datos de ninguno de los dos casos. Sobre la masacre del palenque, se sabe que el ataque ocurrió ya en la noche, durante las peleas, cuando el recinto estaba lleno. Hombres armados entraron al lugar y acribillaron a los presentes. No se sabe si los criminales apuntaron directamente a algunos de ellos, o el ataque fue indiscriminado. Los palenques son lugares de apuestas y en algunas peleas, los corredores mueven fuertes cantidades de dinero.
Vista la historia reciente de Guerrero, el ataque podría tener que ver con alguna forma de extorsión. Las denuncias por cobro de piso son constantes en casi todas las regiones del Estado. Criminales exigen sus propios impuestos a empresarios de todos los gremios, desde criadores de pollo a productores de tortilla, pasando desde luego por el mundo del ocio, desde los bares y las discotecas de Acapulco, a las peleas de gallo, muy comunes en la región.
La cuestión es quién exige el pago ilegal de impuestos. Desde hace meses, autoridades locales señalan el empuje expansionista del grupo criminal La Familia Michoacana, interesado en controlar la zona de Petatlán. Originario de Tierra Caliente, al norte de este municipio, su marca aparece asociada ahora a la criminalidad en esa zona de la Costa Grande. En agosto, presuntos integrantes de este grupo asesinaron al presunto líder del crimen local hasta entonces, Chano Arreola, cabeza del grupo del mismo nombre, Los Arreola.
La Familia Michoacana estaría detrás igualmente de la masacre de la sierra del jueves. Entonces, criminales asociados presuntamente a este grupo habrían asesinado a al menos cinco personas, pobladores de la comunidad de Buenavista de los Hurtado, del municipio Heliodoro Rodríguez, presunto bastión de otro grupo enemigo de delincuentes, Los Tlacos.
Con información de El País