El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) devolvió al Gobierno de México un total de 35 piezas arqueológicas de origen mexicano a través del Consulado de Seattle, en el marco de un conjunto de acciones y estrategias jurídicas implementadas por las Secretarías de Relaciones Exteriores y de Cultura del país receptor.
La restitución se llevó a cabo en una ceremonia de entrega presidida por el cónsul de Seattle, Héctor Iván Godoy Priske, quien reconoció públicamente no solo la importancia de las piezas en cuestión, sino también la relevancia de su devolución a su país de origen.
En este contexto, Godoy señaló que estas muestras arqueológicas son, además de “un testimonio” del “glorioso pasado” de México, “un vivo recordatorio de la continuidad de la identidad cultural” mexicana a lo largo del tiempo. Estas piezas constituyen, a ojos del cónsul, “un puente que conecta” el pasado del país con su presente y con su futuro.
“Estamos orgullosos de facilitar el regreso de estos importantes artefactos a México”, celebró, destacando que “este acto subraya (su) compromiso con el patrimonio cultural y la cooperación internacional”.
En efecto, la entrega de estas piezas ha sido posible gracias al diálogo y la cooperación entre las autoridades mexicanas y estadunidenses, así como a las gestiones llevadas a cabo por el Consulado de México en Seattle, que han estado lideradas por el cónsul de Protección y Asuntos Jurídicos, Jorge López, quien ha trabajado en estrecha colaboración con el Departamento de Seguridad Nacional estadunidense.
Más allá de este caso particular, México ha desarrollado toda una serie de acciones y estrategias jurídicas enfocadas a la restitución del patrimonio cultural mexicano que se encuentra en el extranjero.
Con estas acciones el Gobierno del país ha reafirmado “su compromiso de recuperar el patrimonio cultural mexicano que se encuentra en el extranjero de forma ilícita a través de la campaña ‘Mi patrimonio no se vende'”.
Con información de Proceso