Al menos 62 personas han muerto a causa de las intensas lluvias y graves inundaciones que afectan a la Comunidad Valenciana y a otras regiones del sureste de España desde principios de la semana. Este fenómeno climático extremo desató torrentes de agua que han anegado calles, arrastrado vehículos y provocado daños significativos en infraestructuras de varias localidades.
“En este momento, y de forma provisional, la cifra de víctimas mortales asciende a 62 personas. Continúa el proceso de levantamiento e identificación de las víctimas”, informó el organismo que coordina las labores de rescate, dejando abierta la posibilidad de que el número de muertos aumente a medida que avancen las operaciones de rescate y recuperación.
Las precipitaciones inusualmente intensas han golpeado particularmente a la Comunidad Valenciana y Andalucía. Según el Presidente de la Generalidad Valenciana —jefe del Gobierno regional—, Carlos Mazón, numerosas áreas permanecen sin servicios de telefonía ni electricidad, mientras que algunas carreteras siguen inundadas y resultan intransitables para los servicios de emergencia. Los residentes de las zonas afectadas han tenido que lidiar con serias dificultades para proteger sus propiedades, muchas de las cuales quedaron cubiertas de lodo.
Las imágenes capturadas el martes muestran torrentes de agua que transformaron las calles en ríos, donde automóviles y otros objetos quedaron a la deriva, reflejando el nivel de devastación.
Algunos habitantes han compartido sus experiencias tras los dramáticos rescates. María Carmen, una residente de Valencia, relató a la Televisión Española (TVE) que, al aumentar el nivel del agua, tuvo que salir de su vehículo por la ventanilla y refugiarse en el techo de una furgoneta, donde permaneció varias horas hasta que pudo ser auxiliada. Otros vecinos, como Miriam, han manifestado su preocupación por la desaparición de familiares y amigos, cuyo paradero es aún desconocido debido a la interrupción de las comunicaciones.
“Estoy preocupada porque mi hermana vive en la zona de Turís y no sabemos nada de ella desde las cinco de la tarde de ayer”, contó a la cadena pública.
Sin transporte y llamados de precaución
La paralización en la red de transporte ferroviario y aéreo ha añadido complicaciones a la situación en Valencia y otras áreas circundantes. Las autoridades han reiterado a la población la importancia de evitar los desplazamientos por carretera, especialmente en las provincias más afectadas.
“Reiteramos la importancia de no hacer desplazamientos por carretera”, insistió Mazón en sus declaraciones.
Frente a la catástrofe, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, expresó su solidaridad con las víctimas y sus familiares desde el Palacio de la Moncloa, subrayando el compromiso del gobierno en apoyar a los afectados en esta emergencia.
“Toda nuestra solidaridad y el afecto a las familias de las personas que han fallecido en esta tragedia y a quienes a esta hora siguen buscando a sus seres queridos”, manifestó Sánchez, quien aseguró que “las administraciones públicas están trabajando de forma coordinada para hacer lo posible” y prometió “todos los medios necesarios hoy, mañana y el tiempo que haga falta para que podamos recuperarnos de esta tragedia, no os vamos a dejar solos”.
Por su parte, el Congreso de los Diputados guardó un minuto de silencio en honor a las víctimas, y el rey Felipe VI, desde las Islas Canarias, envió sus condolencias y expresó su “tristeza por tantas pérdidas de vidas humanas”.
Apoyo de la UE y advertencias de científicos
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se unió a las muestras de apoyo, señalando que la Unión Europea está “lista para ayudar” a España en esta emergencia. La magnitud del fenómeno ha sido descrita como “sin precedentes” por la ministra de Defensa, Margarita Robles. En respuesta, más de 1,000 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias, especializada en misiones de rescate, han sido desplegados para reforzar las labores de ayuda en la región afectada.
En Valencia, el Ayuntamiento decidió suspender las clases en centros escolares y cancelar eventos deportivos para evitar riesgos adicionales. Además, la agencia meteorológica estatal Aemet advirtió que las lluvias continuarán al menos hasta el jueves, lo cual podría agravar aún más los problemas.
La emergencia climática y sus efectos a largo plazo se han convertido en un tema de creciente preocupación. Los científicos han advertido que el cambio climático está intensificando los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor y lluvias torrenciales. “Estamos en un planeta más cálido y con más disponibilidad energética. Los patrones de precipitación se están alterando en nuestro territorio. Varios estudios apuntan hacia lluvias más torrenciales y de corta duración”, declaró la Aemet en una primera valoración.
Este desastre, en el cual cayeron en un solo día volúmenes de lluvia equivalentes a los de un mes en algunas áreas, es la catástrofe meteorológica más mortal en España desde agosto de 1996. En aquella ocasión, lluvias torrenciales en Huesca causaron la muerte de 86 personas en un campamento de verano. Las autoridades se preparan para enfrentar los próximos días con un pronóstico que prevé más lluvias en el sureste español.
Con información de Excélsior