Checo Pérez terminó en la quinta posición en el Gran Premio de Australia, tercera fecha de la temporada de Fórmula 1.
Checo Pérez tuvo que partir desde la sexta posición debido a una penalización de tres puestos. Y en el arranque perdió otro lugar contra George Russell. Fue una carrera complicada desde atrás y con un Red Bull RB20 que se comió los neumáticos.
Pirelli llevó a Albert Park, circuito en semiurbano de Melbourne, su caucho más blando en la gama. Tal parece que no le sentó bien al Red Bull de Checo Pérez, porque le al tapatío, que se caracteriza por gestionar bien las llantas y ser impecable con el ritmo de carrera, sufrió mucho para mantener la vida útil del neumático y por lo tanto su ritmo se desplomó en cada stint.
“Nada funcionó hoy. Simplemente morimos en cada stint”, se quejó Checo Pérez por la radio apenas terminó la justa australiana. “Sí, no fue nuestra mejor carrera Checo. Perdona por eso. Muchas lecciones sacamos hoy”, le contestó Christian Horner, director del equipo Red Bull.
Y en efecto no fue un buen día para la organización -que de por sí no pasa por un buen momento interno- ya que perdieron a Max Verstappen apenas en la vuelta cinco de la carrera debido a que quemó el freno trasero derecho. Fue el fin de una racha de nueve victorias para el neerlandés, misma que inició en Japón el año pasado –siguiente cita de la campaña 2024-.
Debido a estos problemas con las llantas, Checo Pérez nunca se pudo acercar a los McLaren y Ferrari que dominaron las cuatro primeras posiciones.
Carlos Sainz logró una gran victoria, una que no heredó tras el abandono de Verstappen, sino que luchó contra Max, al cual rebasó antes del abandono del mismo.
Para Red Bull y Checo la revancha llegará el siete de abril en Suzuka, una pista en la cual deberían ir mejor ya que es más rápida que Albert Park, con curvas de mediana y alta velocidad que deberían darle ventaja a los chicos de Milton Keynes.
Con información de ESPN