La final del futbol mexicano entre América y Rayados en el estadio Cuauhtémoc de Puebla no fue exenta de la violencia.

Durante el cotejo se presentaron connatos de bronca entre aficionados de ambos equipos pero fue al final de partido en el que los ánimos se pusieron a tope.

Aficionados regios y americanistas se liaron a golpes y fue necesaria la intervención de las autoridades.

Como sucedió hace unos años cuando recién se había reinaugurado el Cuauhtémoc tras remodelaciónes, aficionados de Monterrey destruyeron nuevamente las butacas.