La afición del Club Puebla ya se hartó.
Se hartó de los pésimos resultados deportivos, las malas contrataciones de jugadores, la soberbia de dueños-prestanombres y directivos, los elevados precios en partidos que involucran a alguno de los equipos más populares como América, Chivas o Pumas, la desidia de varios futbolistas y sobre todo la falta de competitividad y de títulos.
La Franja no gana la liga desde la temporada 1989-1990; las nuevas generaciones de seguidores no conocen otra cosa que un equipo perdedor y que va de fracaso en fracaso, salvo algunos chispazos repentinos que vuelven a generar cierta ilusión.
Pero el conjunto camotero es uno de los peores del campeonato mexicano y eso ya cansó a los aficionados, quienes ya no acuden como hace años a los partidos en el Estadio Cuauhtémoc, el cual registra las entradas más bajas de toda la Liga Mx, impactando en los ingresos económicos que por ese conducto tiene el equipo y hasta los comerciantes de comida, playeras y bebidas que dependen de este negocio.
Hace mucho tiempo que el Coloso de Maravillas no presenta ni el 50% de su aforo completo. La última fecha, la número 9, apenas hubo 6 mil 758 asistentes.
Ello, incluso, causó burlas y comentarios mordaces de los narradores del partido contra Pachuca, transmitido por TV Azteca, la empresa por cierto propietaria del equipo.
Es moneda corriente que cuando se enfrenta, por ejemplo, a Las Águilas, aumenta significativamente el aforo, pero las gradas se pintan de amarillo, no de color azul.
De derrota en derrota, La Franja se va quedando sin seguidores y los pocos que le quedan, ya no van al Cuauhtémoc, un estadio con capacidad para 51 mil 726 espectadores y también el más alto de México, con 45.9 metros de altura desde nivel de calle al techo.
Club Puebla, uno de los equipos que más incumplen con la Regla de Menores