Más de mil muertes violentas ocurridas en Puebla en los años recientes, no se han podido definir si sucedieron por homicidio, accidente o suicidio. El INEGI las clasifica como “eventos de intención no determinada” y desde 2020 los casos se han disparado en la entidad.
Estos casos se incluyen en el conjunto de muertes por causas externas, pero la información del certificado de defunción no permite clasificarla con claridad. En el país ya son más de 17 mil fallecimientos de este tipo, entre 2020 y 2022.
De los mil 91 eventos ocurridos en Puebla durante el periodo referido, en el 10% el difunto fue objeto de disparos de arma de fuego. En términos absolutos son 114 personas, de las cuales se desconoce si fueron asesinadas o cometieron suicidio o se dispararon de forma accidental.
Aunque el porcentaje más alto se halla entre las víctimas por ahorcamiento. Este conjunto representa el 13% del total de “eventos de intención no determinada” en Puebla, es decir, 141 muertes.
Más abajo se encuentran las personas que perdieron la vida por medio de envenenamiento, al concentrar el 5.4%. Enseguida, las víctimas mortales por ahogamiento o sumersión, con el 4% de las más de mil.
También están las personas que perdieron la vida por exposición al humo o fuego; además de las muertes por arma blanca, con 3.3 y 1%, respectivamente.
En 2019 la cifra de estas defunciones cerró en 87 casos, es decir que en un año la incidencia se cuadriplicó. Desde entonces, el registro no baja de 300 según lo documentado por el INEGI.