En la Sierra Norte de Puebla, la historia del contacto entre indígenas y europeos y de los inicios de la evangelización en esta localidad, resurge a partir de dos hallazgos arqueológicos registrados por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Expertos del Centro INAH Puebla, que desde mayo de 2023 supervisan las obras de cambio de piso y renivelación en la nave de la Parroquia Lateranense de San Pedro Apóstol de Zacapoaxtla, han identificado vestigios de la primera ermita de la población, construida en el siglo XVI, así como un glifo esculpido en piedra, el cual se remonta a la ocupación prehispánica del área.
Al respecto, el supervisor de este proyecto de rescate, Alberto Diez Barroso, señala que el glifo contiene la representación de una espiral, mide 40 centímetros de alto por 16 de ancho, y preserva su recubrimiento de estuco.
“Para las culturas totonacas y nahuas que en tiempos prehispánicos habitaron esta región de lo que hoy es Puebla, la espiral tenía un especial simbolismo, pues se vinculaba con la existencia de cuerpos de agua”.
De acuerdo con las observaciones del también coordinador de Arqueología en el Centro INAH Puebla, así como del jefe de campo en el proyecto, José Antonio Álvarez Ramírez, el glifo pudo haber formado parte de la fachada de algún basamento piramidal de importancia para los indígenas, de allí que, a pesar de haberse reusado para construir los cimientos de la citada ermita, fue colocado simbólicamente bajo el altar de esta edificación.
El diálogo con el cronista de Zacapoaxtla, Marcelo Castañeda Varela, ha permitido a ambos arqueólogos conocer que, según la historia local, el contacto entre europeos e indígenas se dio en 1524, y que la construcción del primer templo, ya bajo la nueva religión, data de 1576.
“Aunque todavía no podemos asociar una fecha exacta a la arquitectura que se ha descubierto, es posible que los datos arqueológicos se empaten con la historia referente a la ermita edificada en 1576”.
Sobre los elementos del periodo virreinal temprano, Diez Barroso indica que se trata de fragmentos de pisos y de muros con restos de pintura roja, los cuales habrían estado próximos al altar del inmueble religioso primigenio.
Dada la importancia de estos contextos, el director del Centro INAH Puebla, Manuel Villarruel Vázquez, ha entablado diálogo con el patronato de la parroquia, con el objetivo de instalar una ventana arqueológica que permita a los devotos y al público en general, con apoyo de cédulas informativas, conocer los vestigios mencionados.
Cabe destacar que todas las acciones emprendidas en la Parroquia Lateranense de San Pedro Apóstol, recinto que se remonta a 1611, se han realizado con apego puntual a los protocolos del INAH, tanto en materia arqueológica como en los aspectos arquitectónicos.
Se espera que la renivelación y el cambio de piso del templo concluyan en tres meses, aproximadamente. Después, se realizará una etapa más, para la pintura interior del recinto religioso.