Un sector de poblanos que desarrollaron COVID-19 y superaron la enfermedad, hoy presentan afectaciones físicas y cognitivas, ha documentado un estudio científico. Los daños encontrados, que son característica de la niebla mental por el virus, han alterado el funcionamiento de la vida cotidiana de estos pacientes.
La investigación se enfocó en aquellos que se infectaron con las primeras variantes del SARS-CoV-2 y desarrollaron COVID-19, todos participantes de Puebla. Los afectados tenían, además, la característica de que no habían sido vacunados contra la enfermedad. Entre las afectaciones se hallaron las identificadas con la niebla mental, como dificultades de planeación y pérdida de concentración y memoria.
Tal es el caso de una mujer de 64 años, con estudios de doctorado, que contrajo el virus en septiembre de 2020. Tras superar la enfermedad reportó sensibilidad emocional y aumento de la impuntualidad. “También requiere más tiempo para realizar sus labores y ha experimentado dificultad al momento de organizar y planear su agenda diaria”, apunta el documento.
La paciente presentó “baja puntuación” en la evaluación que corresponde a zonas cerebrales que influyen en el procesamiento y regulación de emociones y conducta. “Además esta área participa de forma muy importante en la toma de decisiones basadas en la estimación mental”.
Las áreas corteza órbito-frontal, prefrontal dorsolateral y anterior, fueron remarcadas en la investigación en personas con similares secuelas. Se explica que están encargadas de la planeación, memoria de trabajo, fluidez (diseño y verbal), solución de problemas, flexibilidad mental, estrategias de trabajo, entre otras.
Los síntomas propios de niebla mental, se encontraron en otros pacientes más, por ejemplo, en un hombre de 33 años infectado en septiembre de 2020. Reportó, además de problemas pulmonares como secuela de la COVID-19, dificultades en la concentración y en las habilidades motoras.
La investigación científica fue expuesta en junio de este 2023, como tesis para la maestría en neuropsicología en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Los pacientes fueron captados en un hospital de la ciudad.
Entre las conclusiones, se sugiere ampliar el tamaño de la muestra. Esto, para evidenciar los fallos físicos y cognitivos que la COVID-19 dejó en algunos casos de personas que se recuperaron de la enfermedad. Pero, sobre todo, resaltar cómo es que ahora, la niebla mental a consecuencia de la pandemia, afecta su cotidianidad.