El partido en el Gobierno, Morena, ha acordado por unanimidad que su candidatura presidencial se definirá mediante una encuesta que incluirá varias preguntas con las que se medirá la percepción de la población sobre los “atributos” de los aspirantes. La Comisión de Encuestas del partido diseñará el cuestionario que se aplicará a nivel nacional, que será abierto a toda la población y cuyos resultados se darán a conocer el 6 de septiembre. La petición de algunas corcholatas —aspirantes— de que se hiciera una pregunta única —del tipo: “¿A quién prefiere como candidato o candidata a la Presidencia de la República?”— no fue aceptada por partido, ha confirmado Citlalli Hernández, secretaria general del partido.
El secretario de Exteriores, Marcelo Ebrard, y el líder del grupo parlamentario en el Senado, Ricardo Monreal, eran los principales promotores de ese modelo de encuesta. Con el acuerdo alcanzado este domingo por el Consejo Nacional de Morena, se prevé que la encuesta sea parecida a las que ha aplicado el partido anteriormente para definir sus candidaturas a los gobiernos de los Estados, en las que se pregunta a la población cuál su percepción sobre la honestidad, la cercanía, el compromiso y el conocimiento del país de los aspirantes.
La secretaria general morenista ha afirmado que la pregunta de a quién prefiere la población como candidato o candidata sí será incluida en el cuestionario, pero tendrá un valor tan importante como el resto de los reactivos.
El Consejo Nacional ha aprobado este domingo que la Comisión de Encuestas del partido conducirá el levantamiento, que será realizado entre el 28 de agosto y el 3 de septiembre. Los resultados serán definitivos e inapelables. La Comisión morenista se apoyará en cuatro empresas encuestadoras que replicarán el cuestionario y harán levantamientos simultáneos. Los acuerdos fueron dados a conocer por Alfonso Durazo, gobernador de Sonora y presidente del Consejo Nacional, en una conferencia en la que estuvieron todos los mandatarios surgidos del partido, la dirigencia nacional y los aspirantes presidenciales: además de Ebrard y Monreal, la jefa de Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López. También estuvieron el diputado Gerardo Fernández Noroña, del Partido del Trabajo, y el senador Manuel Velasco, del Partido Verde, aliados de Morena y a los que se ha invitado a participar en la encuesta presidencial.
Entre el 12 y el 16 de junio todos los aspirantes deberán renunciar a sus cargos públicos y registrarse para la encuesta. Cada corcholata podrá proponer a dos empresas encuestadoras. El partido sorteará los nombres y elegirá a las cuatro que harán los levantamientos “espejo”. Morena ha establecido un veto a las encuestadoras que en mediciones de preferencias electorales recientes han errado el resultado por grandes márgenes. También se ha impuesto a los aspirantes la prohibición de dar entrevistas a medios de comunicación “reaccionarios, conservadores y adversarios” al Gobierno de López Obrador. Los nombres de las encuestadoras y los medios vetados aún no se definen.
Las corcholatas podrán hacer campaña del 19 de junio al 27 de agosto. Dado que aún no inician oficialmente los tiempos electorales, a sus eventos proselitistas —para los que tienen prohibido usar recursos públicos y derrochar en gastos publicitarios— le llamarán “asambleas informativas”. Los aspirantes tienen prohibido confrontarse y descalificar a los otros contendientes. Para garantizar la unidad en el partido, deberán firmar un compromiso de que respetarán y respaldarán los resultados de la encuesta. Quienes queden en segundo y tercer lugares tienen garantizada la coordinación del partido en el Congreso o una cartera en el gabinete del sucesor presidencial.
Los aspirantes restantes tendrán un lugar garantizado como legisladores plurinominales, según lo informado por Durazo tras una sesión del Consejo Nacional que se dio en un ambiente sin confrontaciones.
A los gobernadores, legisladores y funcionarios federales también se les impuso una restricción: no deben manifestar públicamente su inclinación por alguno de los aspirantes. Este acuerdo se ha alcanzado tras las tensiones causadas por los mandatarios que han expresado su manifiesto apoyo a Sheinbaum y a Adán Augusto López.
Fuente: El País