Manuel Martínez Benítez
Cada año se celebra en todo el mundo el Día Mundial sin Tabaco. Esta fecha tiene como objetivo generar conciencia sobre los riesgos asociados al consumo de tabaco y promover políticas y acciones eficaces para reducir su consumo.
En México, al igual que en muchos otros países, el tabaquismo es un problema de salud pública que requiere atención urgente. Hoy, exploraremos la importancia del Día Mundial sin Tabaco, analizaremos la situación actual en México y en el mundo, y destacaremos las posibles medidas necesarias para lograr un futuro “libre de humo”.
El Día Mundial sin Tabaco, establecido por la Organización Mundial de la Salud en 1987, es una oportunidad para destacar los riesgos para la salud asociados con el consumo de tabaco y promover políticas efectivas para reducir su uso. El tabaquismo es una de las principales causas de enfermedades prevenibles y muertes prematuras en todo el mundo. Se estima que aproximadamente 8 millones de personas mueren año con año debido a enfermedades relacionadas con el tabaco, y más de 7 millones de esas muertes son el resultado directo del consumo de tabaco, mientras que 1.2 millones son el resultado de la exposición al humo de segunda mano.
Además, el tabaquismo también tiene un impacto económico significativo. Los costos relacionados con el tratamiento de enfermedades causadas por el tabaco y la pérdida de productividad debido a enfermedades y muertes prematuras representan una carga financiera considerable para los sistemas de salud y las economías en general. Según estimaciones del Instituto Nacional de Salud Pública, los costos directos e indirectos relacionados con el tabaquismo en México ascienden a más de 75,000 millones de pesos al año.
México es uno de los países con alto nivel de tabaquismo. Según datos de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco realizada en 2020, aproximadamente el 14% de la población mexicana de 12 años en adelante es fumadora. Esto es alrededor de 15 millones de personas adolescentes o adultos que están expuestas al tabaco y a los riesgos para la salud asociados con el consumo de tabaco. También hay que decir que esta cifra representa un descenso significativo en comparación con el 25% registrado en 2002.
Además del consumo de tabaco en adultos, el tabaquismo entre los jóvenes también es motivo de preocupación. Según la misma encuesta, alrededor del 5% de los estudiantes de secundaria en México son fumadores. Este dato es alarmante, ya que el inicio temprano en el consumo de tabaco aumenta la probabilidad de convertirse en un fumador habitual en la edad adulta y el daño por el tabaquismo llega desde muy temprana edad, y la calidad de vida del adulto es mucho peor.
En nuestro país se han implementado medidas para controlar el consumo de tabaco y reducir su impacto en la salud pública. Desde 2008, el país ratificó el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, este es un tratado internacional que establece medidas para reducir el consumo de tabaco y proteger a la población de la exposición al humo de “fumador pasivo”.
Algunas de las medidas implementadas en México incluyen la prohibición de fumar en lugares públicos cerrados, la inclusión de advertencias gráficas en los paquetes de cigarrillos, y ahora hasta la prohibición de exhibir los paquetes de cigarros en las tiendas, restricciones en la publicidad y promoción de productos de tabaco, y aumentos en los impuestos al tabaco. Estas acciones han demostrado que son importantes para disuadir el consumo de tabaco, pero todavía no es suficiente.
A pesar de los avances, aún existen desafíos significativos en la implementación efectiva de estas medidas. La falta de cumplimiento de las leyes, la influencia de la industria tabacalera
y la disponibilidad de productos de tabaco a precios no tan altos, son algunos de los obstáculos que dificultan la lucha contra el tabaquismo en México.
Para lograr un futuro “libre de humo”, es necesario intensificar los esfuerzos para reducir el consumo de tabaco y proteger a la población de la exposición al humo de “segunda mano”. A continuación, se presentan algunas medidas clave que pueden ser consideradas:
Fortalecimiento de las políticas de control del tabaco:
Siendo fundamental fortalecer y hacer cumplir las leyes existentes, que los castigos por violar la norma sean duros y aplicados, así como implementar nuevas políticas que promuevan entornos libres de humo, restrinjan la publicidad y promoción de productos de tabaco, y aumenten los impuestos al tabaco.
Educación y concientización:
Se deben llevar a cabo campañas educativas para informar a la población sobre los riesgos y consecuencias para la salud asociados con el consumo de tabaco y promover estilos de vida libres de humo. Es importante dirigir estas campañas tanto a los adultos como a los jóvenes y hasta los niños, y destacar los beneficios de dejar de fumar. En este tema es importante decir que nadie, o casi nadie, busca hacerle daño a un familiar y aun amigo, y el tema de fumador pasivo, es muchas veces por desconocimiento, y es entonces cuando la difusión y educación de estos temas a todos en la población nos ayudará a una mejor convivencia.
Acceso a servicios que ayuden a dejar de fumar:
Es fundamental proporcionar acceso fácil y barato a servicios y apoyos para dejar de fumar, tanto asesoramiento y medicamentos, para ayudar a las personas a dejar de fumar. Estos servicios deben estar disponibles tanto en el ámbito de la atención primaria de salud como en otros entornos comunitarios.
El “Día Mundial sin Tabaco” es una oportunidad para pensar, conocer y reflexionar sobre el tabaquismo, y como este es un grave problema de salud pública que requiere una acción decidida.
En México y en todo el mundo, es necesario intensificar los esfuerzos para reducir el consumo de tabaco y proteger a la población de sus efectos nocivos. A través de políticas y acciones efectivas, educación y concientización de los efectos del tabaquismo, acceso a servicios para dejar de fumar y control del comercio ilícito de tabaco, podemos trabajar hacia un futuro libre de humo, donde la salud de las personas prevalezca sobre los intereses de la industria tabacalera. El “Día Mundial sin Tabaco” nos recuerda que juntos podemos lograr un mundo más saludable y libre de humo.