La fundamental separación de poderes
Manuel Martínez Benítez
Dentro de cualquier Estado moderno y democrático, la separación de poderes y los contrapesos son fundamentales para cualquier sistema. En nuestro país, estos principios se encuentran consagrados en la Constitución. Sin embargo, la realidad política del país ha mostrado que la implementación de estos principios ha sido imperfecta y ha dado lugar a abusos en épocas de que hay fuerzas muy poderosas en algunos de los poderes, principalmente el Ejecutivo, y cuando la imagen de alguno, o todos, de los tres poderes esta comprometida frente a la opinión pública.
Es por eso por lo que es importante que conozcamos y discutamos sobre lo que es la separación de poderes y el sistema de contrapesos entre ellos, para entender cuáles son los principales desafíos que enfrenta el país para garantizar su pleno funcionamiento.
La Constitución establece la existencia de tres poderes: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Cada uno de ellos tiene sus propias funciones y atribuciones, y su autonomía e independencia son fundamentales para garantizar que ningún poder tenga un control absoluto sobre los demás.
El poder Ejecutivo, encabezado por el presidente de la República, es responsable de administrar del país y de la ejecución de los planes, acciones gubernamentales y las leyes. El poder Legislativo, está conformado por la Cámara de Diputados y el Senado de la República, y tiene la responsabilidad de hacer las leyes y de fiscalizar y controlar el gasto y las acciones del poder ejecutivo. Mientras que el poder Judicial, a través de los tribunales y juzgados, es responsable de aplicar la ley y de garantizar que se respeten estas mismas, así como los derechos humanos y las libertades individuales consagrados en la constitución y las leyes que provienen de ella.
A pesar de que en teoría estos poderes son independientes, la realidad política, y más la actual, del país ha demostrado que esta independencia no siempre se cumple. En México, el poder Ejecutivo ha sido históricamente el poder más fuerte y ha tenido una gran influencia en los demás poderes. Esto ha llevado a que se produzcan abusos de poder y en algunos momentos ha debilitado la democracia del país.
Para garantizar que cada poder tenga un control adecuado sobre los demás, es necesario contar con mecanismos de contrapeso. En México, estos mecanismos se encuentran en la propia Constitución y en otras leyes y reglamentos. Algunos de los principales contrapesos en México son:
El poder Legislativo tiene la responsabilidad de fiscalizar al poder Ejecutivo y de aprobar o rechazar sus propuestas de leyes y políticas públicas. Además, el Congreso tiene la facultad de aprobar y controlar el presupuesto y llevar a cabo actos de relación del país con otros gobiernos, declarar guerras y en un caso extremo, remover al ejecutivo de su cargo mediante juicios políticos.
El poder Judicial por su parte es independiente del poder Ejecutivo y del poder Legislativo. Los jueces y magistrados tienen la responsabilidad de aplicar la ley, de garantizar el respeto a los derechos humanos y las libertades individuales. Así como en el caso de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, intervenir en controversia constitucionales entre los poderes, para hacer cumplir lo que dice la constitución y hacer valer estos contrapesos.
En épocas recientes, se ha incorporado a este sistema de pesos y contrapesos, los organismos autónomos. En México existen varios organismos autónomos, como el Instituto Nacional Electoral (INE) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que tienen la responsabilidad de garantizar la transparencia y la imparcialidad en procesos electorales, la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la corrupción. Todo esto con autonomía de los poderes mismos, y esto se construyó para que la sociedad moderna
tuviera entes que velaran por sus derechos, incluso supervisara las acciones de los tres poderes y fuera la forma de asegurar que el poder siempre recayera en el pueblo y que este mismo tuviera los instrumentos para quejarse y defenderse ante actos de injusticia y abuso del poder.
Ahora bien, la imagen positiva en la opinión pública de los poderes en México es lo que les da legitimidad y fuerza para su actuar, un poder con una buena imagen, y respaldo social, valida su actuación, y lleva a que cualquier decisión que tome tenga una validación y respaldo popular y por ende, sea legitimo para la sociedad.
Es por esto por lo que el tema de la imagen pública de los poderes es tan importante, y es por eso por lo que tantos gobiernos estudian cual es la percepción de la opinión pública de ellos, no para saber quién los “quiere” sino, quien los respalda. Y es que hay que decir que actualmente al parecer la confianza de la ciudadanía en las instituciones parece estar en declive.
Es importante destacar que la imagen de los poderes en México varía significativamente dependiendo de diversos factores, como el momento político y social, la percepción de la ciudadanía respecto a la corrupción, la eficacia en la resolución de los problemas y la transparencia en el uso de los recursos públicos, así como de, y principalmente, que beneficio social tiene ese poder para la sociedad, es decir, que es lo que de su actuar me beneficia a mi como ciudadano.
El poder ejecutivo, encabezado por el presidente de la República, ha sido históricamente el poder con mayor visibilidad y exposición mediática. En los últimos años, la imagen del poder ejecutivo había sido afectada por diversos escándalos de corrupción y falta de transparencia y eficiencia en la gestión gubernamental.
Además, la falta de resultados en la solución de problemas como la inseguridad y la violencia ha generado desconfianza en la ciudadanía. En este sentido, la imagen del actual presidente López Obrador, ha sido controversial, ya que ha sido criticado por algunos sectores de la sociedad por su estilo, mientras que otros lo ven como un líder cercano a la gente y comprometido con el cambio. Y según los muestran las encuestas, es uno de los líderes con mayor respaldo popular en décadas y es el poder con mejor imagen y por ende con mayor fuerza de los tres.
En cuanto al poder legislativo, la imagen de los legisladores ha sido afectada por años. Y la percepción de la ciudadanía respecto a la eficacia del poder legislativo en la solución de problemas y la elaboración de leyes ha sido cuestionada, ya que muchas encuestas nos dicen que, para los mexicanos, los legisladores “no hacen nada” o “no les ven ningún beneficio en su existencia”; y si bien su labor es primordial para el sistema democrático, la realidad es que no se ha comunicado correctamente y lo poco que se ve de ellos, son escándalos, pleitos y excesos. Y es por eso que en las encuestas el poder legislativo es el que peor imagen tiene y es donde se habría que trabajar mucho para fortalecer dicho poder, ya que este poder es el que representa el poder del pueblo tal cual.
Por su parte, el poder judicial ha sido históricamente el poder con menor exposición mediática, pero no por ello menos relevante en la opinión pública. La imagen del poder judicial ha estado en una montaña rusa últimamente, acusado por uno y por otros de falta de independencia, había generado desconfianza en la ciudadanía. Además, la lentitud y la falta de eficacia en la impartición de justicia ha sido criticada por diversos sectores de la sociedad. Sin embargo, en los últimos tiempos y al menos con lo que respecta a la Suprema Corte de Justicia, se ha observado una mejor comunicación y han estado al centro de muchos de los temas y discusiones político-sociales del país y en varios casos, han hecho un mejor trabajo, o al menos así lo manifiesta la ciudadanía según los estudios de opinión pública. Esto principalmente por que han defendido temas que interesan a los mexicanos y a diferentes grupos de la sociedad civil, que hacen eco en la conversación pública, como lo
son los derechos humanos y la transparencia, el acceso a la información, la impartición de justicia, la defensa de la democracia, y otros temas de lo que ahora se denomina los nuevos derechos.
En general, la imagen en la opinión pública de los poderes en México está influenciada por diversos factores, como la percepción de la ciudadanía, la comunicación de estos de lo que hacen a los mexicanos, y la resolución de problemas, la transparencia en el uso de los recursos públicos y la independencia en el desempeño de las funciones.
Es por eso que es vital que todos estemos atentos de las actuaciones de los poderes, que estos nos digan que están haciendo, y que los poderes tengan la mayor independencia entre ellos, ya que así tendremos un sistema democrático y funcional en el país.