Durante este 2024 viviremos en el país un intenso proceso electoral, del cual ya se ha dicho y especulado mucho, de diferentes escenarios, y de datos y encuestas sobre el proceso electoral que han salido, dándonos una fotografía actual de la realidad que se vive, o la que pintan estos estudios.
Y si bien todos los analistas, encuestadores y todos los que están interesados en el desarrollo político del país, hemos hecho nuestros escenarios de posibles y escenarios futuros, la realidad es que debemos tener claro que todavía falta mucho por escribir, porque la opinión ciudadana es una masa que se mueve, que es voluble y que todo puede cambiar o mantenerse, si se dan los factores correctos.
Es importante que pensemos en estos escenarios como lo que son, escenarios, son una interpretación basada en datos actuales del posible futuro; y esto lo digo porque al final del día nadie puede predecir el futuro, y nadie puede predecir diferentes factores que podrán afectar la realidad venidera el próximo año y más en el tema electoral.
Es cierto que México se conoce como un país donde los procesos electorales pueden llegar a ser intensos, estresantes, competidos y en algunos casos no muy transparentes, y justo es por eso que todos debemos tener en la mente que en los escenarios nos pintan posibilidades y que deberíamos todos estar haciendo diferentes escenarios no uno solo.
En días recientes la irrupción de Xóchitl Gálvez al proceso electoral presidencial como posible candidata del Frente Amplio Opositor, ha generado un sinnúmero de especulaciones.
La realidad es que Xóchitl sí le ha puesto “sabor a la contienda”, pero también hay que decir, que la realidad es que si bien en algunas encuestas Xóchitl se encuentra ya más cerca que cualquier otro contendiente a los punteros morenistas (Claudia y Marcelo), cuando vemos algunos otros datos de la elección donde miden la preferencia de solo la marca partidista, sin candidatos, seguimos viendo un importante ventaja del partido gobernante.
Lo anterior se puede interpretar de varias formas, por un lado que Xóchitl es una candidata potente, que genera atractivo a un segmento de la población, pero que también es evidente que trae el respaldo de ciertos grupos que impulsa su candidatura, tal vez porque por fin ven a alguien que pueda competir el proceso, pero estay súper exposición tal vez lo que esté provocando es un crecimiento “artificial” de la candidata, y un crecimiento que no se pueda mantener por 11 meses.
Otro factor que hay que tomar en cuenta, es que no hay nada dicho de quién será el candidato del Frente Amplio Opositor, lo digo porque en lo personal creo que Santiago Creel tiene todavía fuertes posibilidades de ser el candidato de este frente.
Esto porque es el favorito de los grupos del poder en el PAN y este partido es el más fuerte al interior de dicha coalición, y no debemos olvidar que la elección de candidato tendrá 3 etapas principales; la primera, la recolección de 150,000 firmas para pasar a la siguiente etapa; la segunda, y tercera que vendrán de la mano, será una serie de encuestas a la población en general para filtrar a los 3 candidatos más rentables de este frente y posteriormente una encuesta o una (s) encuesta(s) para elegir el ganador entre la población y al mismo tiempo se se realizará una consulta o una votación para elegir el representante del frente amplio a la presidencia.
La pregunta es ¿qué pasará si una o un candidato gana la encuesta y si una o un candidato gana la votación a las bases?.
Otro tema también a considerar en el proceso electoral, es que un candidato puede ser muy poderoso pero también influye mucho la marca o partido. Y hoy por hoy Morena es el partido político más poderoso del mercado electoral, y los segmentos electorales que apoyan al Frente o a la coalición gobernante, son muy claras y definidas, y dicho esto surgen algunas preguntas.
¿Las bases electorales de Morena dejarán de apoyar a esta fuerza por la irrupción de alguna o algún candidato externo que les pueda ser mas atractivo?, ¿las bases de Morena no apoyarán a la o el candidato que saldrá victorioso de la encuesta donde se elegirá el candidato de la coalición gubernamental al proceso presidencial 2024?, y por último ¿el electorado saldrá a votar y en qué proporción a la elección del 2 de junio de 2024? y ¿qué será lo que más pese entre los electores al definir el voto, el partido o el candidato?.
Todos estos son variables que debemos tomar en cuenta para realizar nuestra construcción de escenarios, ademas debemos tener claro que estos escenarios muy seguramente se modificarán, porque estamos a 11 meses de la elección.
Falta mucho por pasar, falta imponderables que nadie puede prever, y falta una campaña que desarrollar, que si bien desde mi punto de vista, ya comenzó, también tengo claro que la veremos mucho más en los meses venideros; y como alguien que hace encuestas y que se ha dedicado por varios años a observar los procesos electorales, les puedo asegurar que las campañas mueven votos, que las campañas pueden cambiar las tendencias o también pueden mantener las ventajas e incluso incrementarlas.
Es por eso que mi sugerencia y tal vez mi solicitud a ustedes es que en los meses venideros juntos observemos los datos las encuestas, las declaraciones, la aparición de candidatas y candidatos potentes y atractivos al electorado y las coyunturas que viviremos para encontrar los escenarios más probables a desarrollar durante la elección del 2024 a nivel federal y local.