A la par del indiscutible alto nivel de aprobación de Andrés Manuel López Obrador en el municipio de Puebla, que empuja también a la marca de Morena, en la capital poblana, sin embargo, se advierten circunstancias imponderables e impredecibles hacia 2024, por la buena calificación que tiene el alcalde panista Eduardo Rivera Pérez, quien se destapó el domingo para la gubernatura. ¿Se ve ya una definición electoral en la Angelópolis? La respuesta es un no contundente.
En este momento, las cifras llevan a suponer que un candidato del lopezobradorismo con baja aceptación, en especial entre las clases medias urbanas, puede complicar la elección, ya en el proceso constitucional.
La actual radiografía muestra escenarios de oportunidad para unos.
En tanto que devela una ruta de riesgos para otros.
Para el ayuntamiento de la Angelópolis, la opción morenista, para aprovechar la fuerza de la marca, podría ser un ciudadano con alto conocimiento, que no necesariamente esté vinculado o identificado plenamente con el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Vayamos a los números y al análisis.
De acuerdo con la Encuesta Municipal del Centro de Estudios Consultivos, del especialista Manuel Martínez Benítez, el Presidente de la República tiene 70.6 por ciento de aprobación.
Una de las más altas del país.
En el estudio que fue levantado en la última semana de septiembre, la solidez de López Obrador repercute en el potencial de voto de su partido, Morena.
Su instituto político alcanza una simpatía de 45.4 por ciento entre los poblanos y poblanas capitalinas.
Hasta ahí se supondría que hay definiciones.
Pero no.
Vienen el detalle y los resultados colaterales.
El presidente municipal Eduardo Rivera Pérez, de origen panista, tiene también una aprobación muy alta.
El hoy también aspirante a la gubernatura por la alianza PRI-PAN-PRD alcanza 61.2 por ciento de aval ciudadano.
Muy buena calificación, incluso entre los alcaldes del país.
Puebla es la quinta ciudad más importante de México, que no se nos olvide.
Este contraste plantea escenarios imprevistos.
Veamos.
En la misma encuesta del Centro de Estudios Consultivos se miden aspirantes a la presidencia municipal capitalina
Se evalúa su conocimiento, sus negativos, positivos y hay careos.
Quien tiene más posicionamiento, impulsado por un conocimiento alto, es el empresario Pepe Chedraui, muy cercano al gobernador Sergio Salomón.
Sigue la morenista Claudia Rivera Vivanco, ex alcaldesa entre 2018 y 2021.
Es la única aspirante de Morena con muchas menciones, aunque también tienen más negativos que positivos.
Luego, muy atrás, está el diputado federal también morenista Alejandro Carvajal; por sus números, da la impresión de que sólo lo conocen algunos morenistas.
Y a la par Mario Riestra, diputado federal, se consolida como la carta más fuerte del PAN para la alcaldía capitalina.
Los careos afianzan los escenarios.
Según este estudio, Pepe Chedraui gana encabezando la alianza Morena-PT-PVEM.
En ese hipotético resultado se da una mezcla de marca (Morena), con un buen posicionamiento y una buena imagen.
Pepe gana por ambos factores.
Ese posicionamiento también se ve reflejado en que es él a quien la población general prefiere como candidato de Morena-PT-PVEM.
Esto se fortalece, pues es Chedraui quien se lleva mejor opinión, más percepción de cercanía y a quien se considera con mayor conocimiento sobre Puebla capital.
Eso muestra la radiografía en este momento.
Hay una batalla de contrastes en la capital, con el Presidente con una alta calificación, pero también un alcalde bien evaluado, pero los dos de distinta trinchera.
Electoralmente, la capital se ve todavía indescifrable.