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GUBERNATURA DE PUEBLA: APUNTES URGENTES SOBRE EL BANDERAZO DE SALIDA DE MORENA 

GUBERNATURA DE PUEBLA: APUNTES URGENTES SOBRE EL BANDERAZO DE SALIDA DE MORENA 

Este martes, tras darse a conocer que tan pronto como el próximo lunes 18 de septiembre el Partido Morena publicará la esperada convocatoria para el proceso interno de elección de los candidatos o las candidatas en los nueve estados que renuevan gubernatura en 2024, incluyendo Puebla, no fueron pocos los puntos que llamaron poderosamente la atención de propios y extraños.

El primero, por supuesto, la premura con que se inicia la carrera, toda vez que se sabía que dicha publicación se daría a mediados o finales del mes de octubre o inicios de noviembre.

Sin embargo, el anuncio que hizo -como si fuera cualquier cosa- Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, se explica a partir de una premisa: Claudia Sheinbaum, la coordinadora nacional de defensa de la transformación, ha tomado verdaderamente el control, o el simbólico bastón de mando como se prefiera, de los procesos en los nueve estados y no quiere posponer ni retrasar las decisiones en cada uno de ellos.

Y es que hacerlo implicaría varios riesgos y peligros, en especial uno: tensar las cuerdas y romper los equilibrios entre los distintos grupos que se disputan las candidaturas, lo que significaría causar rupturas o divisiones, y dejar heridos y agraviados, al interior del partido, dando además alas a la oposición para captar o “cachar” a los inconformes y hacerlos sus candidatos.

En esencia se busca evitar un escenario como el de Marcelo Ebrard, quien no se ha ido ni tampoco se ha quedado en Morena y posiblemente acabe como candidato de Movimiento Ciudadano.

En ese sentido, es ejemplar el caso de Puebla, donde los encontronazos entre el senador Alejandro Armenta y el diputado federal Ignacio Mier, ya de por sí intensos, subirán de tono en tanto el proceso interno se prolongue innecesariamente y la decisión final -o la “pinche señal”- no termine de llegar. 

¿Se imagina otros dos o tres meses de guerra sucia, ataques, mensajes sicilianos, guerrilla mediática, etcétera, entre los primos?

La ruptura en Morena sería profunda y la operación cicatriz muy complicada, sobre todo porque Armenta alega que en este momento en que se publicará la convocatoria va 15 puntos arriba de Mier en sus encuestas y Mier argumenta que ya rebasó desde hace rato a Armenta en las suyas.

Según dijo Mario Delgado, los aspirantes deberán registrarse el 25 y 26 de septiembre, lo que significa que Claudia Sheinbaum -con el aval por supuesto del presidente Andrés Manuel López Obrador– quiere que haya candidatos o candidatas a las gubernaturas en octubre, a finales de octubre, o inicios de noviembre, no más allá.

Debe tomarse en cuenta que, tras las candidaturas a las gubernaturas, Morena deberá resolver otros procesos que van de la mano, pero también tienen su complejidad y riesgos: las candidaturas al Senado, a las diputaciones federales y estatales, y a las presidencias municipales.

Esto es, los “premios de consolación” que diseñó Morena para apaciguar a los perdedores.

Así, además, se sabe con tiempo con quiénes se cuenta, con quiénes no, y el aparato y las maquinarias y las estructuras del partido en cada estado pueden aceitarse para las campañas y, sobre todo, para la Gran Batalla Final el 2 de junio de 2024.

En resumen: anticipando las convocatorias para el siguiente lunes, Morena gana tiempo, tiempo valiosísimo para solucionar sus divergencias internas con el menor número de lesionados y víctimas.

Otro punto a considerar es la cantidad de aspirantes que van a poder inscribirse

¿Morena pondrá algún tipo de candado o requisito para que a la encuesta -el método de elección- lleguen sólo los más competitivos o las más competitivas? O en el caso de Puebla, ¿a poco va a permitir que se inscriban todos/todas, absolutamente todos/todas quienes han alzado la mano?

A saber: Julio Huerta, Olivia SalomónAlejandro Armenta, Ignacio Mier, Rodrigo Abdala, Claudia Rivera, Lizeth Sánchez y José Antonio Martínez García, más los que se acumulen esta semana.

¿Serán únicamente dos hombres y dos mujeres?

¿Tres hombres y dos mujeres?

¿Tres mujeres y dos hombres?

¿O se medirá a todos/todas?

Es un misterio, igual que la forma en que Morena toma sus decisiones.

Otro punto a considerar es el género:

¿En qué momento o cómo Morena decidirá si para Puebla corresponde candidato o candidata?

No quedó muy claro en el anuncio de Mario Delgado, pero un comunicado de Morena Puebla aseguró que el género en cada estado se determinará una vez que las encuestas se hayan levantado, “respetando siempre la cuota de paridad de género”.

En otras palabras: Morena quiere ver el bosque, no sólo el árbol.

Es decir, resolver el ajedrez completo: revisar y saber qué hombre o qué mujer garantiza el triunfo en cada uno de los nueve estados (CDMX, Chiapas, Tabasco, Morelos, Jalisco, Guanajuato, Yucatán, Veracruz y Puebla) y a partir de ese análisis, ir asignado hombre o mujer, mujer u hombre, en cada uno de los estados, en el entendido de que deben ser cinco hombres y cuatro mujeres, o al revés: cinco mujeres y cuatro hombres, conforme los denominados bloques de competitividad.

Aunque en varios de los nueve estados ya están perfilados los favoritos, todo aún puede suceder.

En el caso de Puebla, la posibilidad de que sea mujer sigue latente, muy latente, por más que en los cuarteles de Ignacio Mier y Alejandro Armenta, especialmente, se afirma insistentemente que eso no sucederá.

Por cierto: ahora se entiende con toda claridad por qué Olivia Salomón renunció a la Secretaría de Economía el pasado fin de semana, renuncia que se hará efectiva a partir de este 15 de septiembre. La aún funcionaria, es obvio, ya traía el dato de que Morena adelantaría el anuncio de la publicación de las convocatorias, y dio un paso adelante.

Finalmente, las grandes dudas:

¿Serán las encuestas sólo un instrumento de manipulación y distracción para encubrir “dedazos”? 

Es decir, ¿de verdad será candidato o candidata aquel o aquella que aparezca en el primer sitio de los sondeos? 

¿O la decisión se tomará con base en la cercanía con Claudia Sheinbaum versus Andrés Manuel López Obrador?

¿O una mezcla de ambos: competitividad y afecto?

Ya nos enteraremos, pero por lo pronto hay que subrayar varias veces la declaración que la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, hizo en la conferencia “mañanera” del pasado 11 de septiembre, dejando en claro que Claudia Sheinbaum tendrá la decisión en las candidaturas de Morena para las nueve gubernaturas en juego.

“Sabemos que hace unos días, hubo este cambio de bastón de mando, la entrega del bastón de mando, por parte del presidente (Andrés Manuel) López Obrador a Claudia Sheinbaum, así que, con su liderazgo, ella habrá de tomar esas determinaciones junto con los otros miembros del partido”, dijo.

Traduciendo: la virtual candidata de Morena a la Presidencia de México será “El Gran Elector” en los nueve estados.

Por supuesto que compartirá sus decisiones con López Obrador, a quien escuchará con la atención, respeto y paciencia del caso, pero la determinación, en esencia, será suya, pues suya es la tarea de ganar TODA la elección en 2024, no sólo la Presidencia, también las Cámaras, las gubernaturas y las alcaldías.

¿Y eso a quién favorece en Puebla?

¿A quién de quienes suspiran por suceder a Sergio Salomón Céspedes Peregrina?

¿Qué peso tendrán los gobernadores en la decisión de Claudia Sheinbaum?

¿Cómo van a influir si, después de todo, serán ellos, los gobernadores de Morena, los encargados de sacar adelante a sus estados?

¿Qué pienso yo?

Que la decisión para Puebla será efectivamente una mezcla de competitividad y cercanía en concordancia con los gobernadores.

Y es que López Obrador ciertamente ha cedido -como lo reconoció Luisa María Alcalde- dicha decisión a Claudia Sheinbaum, pero Claudia Sheinbaum sin los gobernadores NO GANA los estados; entonces los “gallos” de los gobernadores “llevan mano”, a menos que en la mesa final López Obrador diga otra cosa, misma cosa que todo mundo acatará: Claudia Sheinbaum, los gobernadores y todos los aspirantes.

Sí, es un enredo.

¿Pero qué cosa no lo es en Morena?

(Por cierto: ¿qué empresas de Puebla harán las encuestas espejo que servirán a Claudia Sheinbaum para tomar la decisión? ¿Las de Mier? ¿Las de Armenta? ¿Una y una? ¿Ninguna?).

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