Una declaración que pasó casi inadvertida, del pasado 3 de agosto, sumada una versión que comienza a tomar fuerza, perfila cambios sustanciales en la dirigencia nacional de Morena, que impactarían directamente la elección del candidato a la gubernatura en Puebla: la convocatoria para la selección de los nueve candidatos en los estados saldrá a principios de septiembre y el nuevo presidente nacional del partido lopezobradorista será, muy probablemente, Adán Augusto López Hernández.
Vayamos por partes.
Primero, los cambios en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Algunas versiones periodísticas aseguran que el ex secretario de Gobernación, López Hernández, anda muy contento.
Que pareciera no importarle que es tercero en la mayoría de las mediciones rumbo a la candidatura presidencial.
Que da la impresión que esa ya no es su meta.
Posiblemente, nunca lo fue.
También, describen que tiene un equipo robusto a su favor.
Que, a pesar de ya no ser el jefe del gabinete, gobernadores, senadores, diputados federales y dirigentes de los estados le rinden pleitesía plena.
Que hoy su meta parecería ser presidir el CEN morenista.
Que eso es muy notorio últimamente.
Aquí, hacemos una fractura temporal en la narración.
Hay que remitirnos al 3 de agosto pasado.
Hay que ir a explorar una declaración de Mario Delgado, actual presidente nacional de Morena.
Fue en una conferencia de prensa.
“Después del 6 de septiembre haremos convocatoria para las nueve entidades que van a elección.
“Si el 6 de septiembre tendremos al coordinador nacional, probablemente tengamos convocatoria a finales de septiembre para estas nueve entidades y se estará resolviendo máximo en noviembre, porque no tenemos tiempo.
“Después hay que resolver los candidatos y candidatos a senadores, hay que resolver los diputados federales y todos los presidentes municipales, congresos locales. Hay 20 mil cargos en disputa…”
Es decir, no habló de que las convocatorias en los estados vayan a salir a cuentagotas.
No.
Delgado exhibió la prisa que tiene Morena para definir las nueve candidaturas a los gobiernos de los estados que se disputarán en 2024.
Ese mismo día, en esa misma conferencia, Mario Delgado también abrió la posibilidad de su participación, en búsqueda de la candidatura de su partido a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
Entre las preguntas y planteamientos que le hicieron los reporteros, fue que “suena como posible candidato al gobierno capitalino”.
“Estoy en el mejor lugar posible, en algo que nunca siquiera soñé, entonces pues vamos a ver qué pasa y tenemos varios compañeros y compañeras que pueden asumir la responsabilidad de encabezar el esfuerzo transformador en nuestra ciudad o sea cuadros, gente de primer nivel”, respondió el ex secretario de Finanzas del gobierno de la capital del país y ex senador por esta entidad.
En conclusión, no dijo “sí”.
Pero, más importante, no expresó un “no”.
Agregó que definirá su posible aspiración personal a ese cargo, en septiembre.
Volvamos al futuro (en realidad es nuestro presente, pero era futuro cuando ocurrió esa conferencia de prensa del 3 de septiembre).
Adán Augusto va tercero en la carrera presidencial.
Pero no le importa.
Siempre hemos supuesto que los “premios de consolación”, de quienes no resulten favorecidos con la candidatura a Palacio Nacional, se van a repartir con base en el proceso constitucional electoral de 2024.
Senadurías, gubernaturas…
Pero podría haber una suerte de consolación anticipada.
Si Mario Delgado deja la dirigencia de Morena, se requerirá un personaje de peso completo para relevarlo.
Adán Augusto es un peso completo del lopezobradorismo.
Y a todo esto, ¿porque sería tan demoledor el impacto en Puebla?
Porque Adán Augusto López Hernández ha jugado todo el tiempo con Nacho Mier.
Lo ha destapado.
Lo ha apapachado.
Es su amigo.
Su hermano.
Sus proyectos son el mismo.
Podrían estar equivocados quienes pretendían ver, en la supuesta postergación de la fecha de definición de la candidatura en Puebla, hasta diciembre, la famosa “pinche señal”.
No.
Porque de acuerdo con Mario Delgado, será en septiembre que comienza el proceso que concluirá en noviembre.
La fecha no es la clave.
La “pinche señal” podría ser otra.