La definición de género para Puebla y otras ocho entidades se mantendrá en suspenso, entre otras cosas, porque este miércoles la Sala Superior del TEPJF votará un proyecto que propone revocar el acuerdo del INE, que obliga a los partidos a ir con 5 mujeres y 4 hombres, en las nueve entidades con elección de gubernatura en 2024. Pareciera que aún “todo puede pasar” y también se asoma la evidencia de que hubo mano negra y un doble discurso, cuando Morena acató, sin chistar, esa imposición.
De aprobarse la propuesta del magistrado Felipe de la Mata Pizaña, todos los institutos políticos, pero principalmente el partido del presidente de la República, soluciona un laberinto en la asignación de candidaturas.
El tema está así:
El 24 de octubre, por unanimidad, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó la obligación de todos los partidos a cumplir con la regla de paridad de género en las nueve entidades en donde se renovarán las gubernaturas.
Al ser número impar, el Instituto definió que serían más mujeres que varones. 5 sobre 4.
Nadie impugnó.
A pesar de que Morena tenía un argumento muy sólido, pues desde 2021 a la fecha ha postulado más mujeres que hombres, acató sin reclamación alguna.
Pero esa circunstancia apretó las definiciones, tanto en el partido oficial como en los demás.
Porque es evidente que entre sus opciones hay más varones que mujeres con características competitivas.
No es un tema de feminismo o de machismo, sino de una lógica electoral.
La realidad es que a todos los partidos se les complicó la designación de candidaturas.
Pero este martes se generó un vuelco aparentemente inesperado.
El magistrado De la Mata Pizaña presentó un proyecto que busca redefinir las reglas para garantizar la paridad de género.
El documento establece que el INE no tiene facultades para imponer esos lineamientos.
Pero más importante, señala que Yucatán ya tiene una legislación en la materia, desde junio pasado, que considera la alternancia de género, para garantizar la paridad.
De ese modo, el proyecto que se votará este miércoles en la Sala Superior establece que se debe dejar fuera a la entidad de la península yucateca.
Así que, de ser aprobado, como esperan los especialistas en derecho electoral, quedan en la definición solamente ocho entidades.
La paridad estricta se traduce en 4 y 4.
Eso incide inevitablemente en Puebla.
Se abre con más fuerza la posibilidad de que en nuestra entidad deba ser postulada por Morena una mujer.
Pero, ¿por qué hay huellas de mano negra?
En principio, porque la resolución que votará el Tribunal se da con base en una impugnación que presentó Movimiento Ciudadano.
Es bien conocido que el partido de Dante Delgado ha jugado de esquirol, a favor del oficialismo.
Regresemos al caso Yucatán.
En 2018, Morena postuló a un hombre, pero a pesar de la legislación local, que obliga ahora a la alternancia, puede volver a postular varón, porque la ley no es retroactiva y esa reforma a la Constitución del estado, se aprobó recién a principios de junio de este año.
Hoy, el aspirante morenista más competitivo es Joaquín “Huacho” Díaz Mena.
Sí, ¡el mismo que perdió en 2018!, pero quien ahora se supone tiene mejores posibilidades.
¿A quién conviene más que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) avale el proyecto que tira la resolución del INE?
¿A quién resuelve en uno de los estados el brete de género?
Pues a Morena.
¿Y Puebla?
Sí. La moneda del género sigue en el aire.
¡Sigan comiéndose las uñas -las pocas que les queden-!