Sin riesgos de ruptura, sin simular un proceso democrático y sin desgastar a los cuadros y a la militancia, el Partido Acción Nacional (PAN) ha nombrado ya, de facto, al alcalde Eduardo Rivera Pérez, como su candidato a la gubernatura de Puebla. También, de paso, al diputado Mario Riestra para la presidencia municipal capitalina.
A diferencia del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) que recién el lunes comenzará un proceso que puede llevarlos al caos y a la división, los panistas han surcado con tersura ese trago que casi siempre resulta amargo.
El presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN, Marko Cortés, destapó sin eufemismos y sin recato a Eduardo Rivera para la candidatura al gobierno del estado.
“Es el mejor perfil de toda la oposición para ser gobernador de Puebla”, ha dicho este jueves en la Angelópolis, en el festejo del 84 Aniversario de ese partido.
Incluso, Cortés Mendoza adelantó que Eduardo Rivera puede ganar la pelea electoral contra el senador Alejandro Armenta y el diputado federal Ignacio Mier, ambos de Morena.
“Cuando he dicho que yo veo que Eduardo Rivera es el mejor perfil para encabezar en 2024 la candidatura, y para ser el próximo gobernador, es no sólo del PAN, yo me refiero que es el mejor perfil de toda la oposición, en el conjunto.
“Y les digo algo más, es mucho mejor perfil que Mier y que Armenta, se los lleva de lejos”, sentenció.
Marko Cortés escogió un momento importante y con testigos claves.
La presidenta del Comité Directivo Estatal (CDE), Augusta Díaz de Rivera.
El presidente municipal del partido, Jesús Zaldívar Benavides.
El alcalde de San Andrés Cholula, Edmundo Tlatehui.
Y la senadora panista Nadia Navarro, quien había levantado la mano para la gubernatura, en caso de requerirse perfil femenino.
(Ella por cierto, particularmente, se fue decepcionada. “Un poco contrariada”, aseguró a los medios. “No venía a un destape”, dijo a manera de reproche. “Lo que procede es que platique con él (Marko)”, remató con una sonrisa que ocultó su malestar).
Antes del destape público de Eduardo Rivera Pérez, hubo otro, pero en privado.
Y fue el de Mario Riestra para la candidatura a la presidencia municipal de Puebla.
Cuentan que ahí, ante varios testigos, Marko Cortés dio la “bendición” al diputado federal.
Un inocente pero revelador tuit de Jesús Zaldívar, presumiendo que comieron chiles en nogada, dio a entender todo.
Los destapes del presidente nacional del partido albiazul tienen valor de instrucción para todo el panismo poblano.
Fue como decir: “Ya nadie puede echarse para atrás”.
O en su defecto: “Ya dejen de titubear”.
“¡Y tírense al ruedo!”.
Así que todo parece indicar que ya no hay marcha atrás.
Por supuesto, vendrá ahora el tiempo de sanar heridas, y de manera muy rápida.
Porque seguramente van a repartir bien el pastel de las otras candidaturas.
Vendrán los jaloneos obvios.
Y habrá que dar premios de consolación.
A los grupos.
Los afines.
Y más todavía si son antagónicos.
Por supuesto, para la conformación de la alianza Va por Puebla (PRI, PAN y PRD), en su reedición 2024, el PRI va a pelear lugares para el Senado de la República y posiciones para sus principales cuadros: Jorge Estefan Chidiac, Néstor Camarillo, Blanca Alcalá, etcétera.
También muchas alcaldías.
Candidaturas a diputaciones locales y federales.
En cuanto al PAN, también la ex dirigente Genoveva Huerta Villegas querrá asegurar la reelección en su curul federal plurinominal.
Al PRD habrá que compensarlo.
Aunque valga poco en el potencial de votos.
Sin duda, el dirigente estatal, Carlos Martínez Amador, va a alcanzar una posición porque se la ha ganado con trabajo.
Mientras en Morena Puebla las cosas lucen tan inciertas como complicadas, y aún no hay nada para nadie, en el PAN, increíblemente, las cosas marchan en calma y bajo lo previsible.
Al menos hasta hoy.
Finalmente, Eduardo Rivera Pérez no se ha desgastado.
Como lo dijo Marko Cortés, sigue siendo el número uno de la oposición para la gubernatura.
Puede crecer más en las encuestas.
Y en términos prácticos ya es el candidato.
Aunque a veces parezca que no.
Y MARKO EXHIBE A ANA TERESA ARANDA
Por cierto, Marko Cortés aprovechó que todos los reflectores estaban sobre él para exhibir a la diputada federal Ana Teresa Aranda con el asunto de su denuncia contra Ignacio Mier por la excesiva -y muy conocida- colocación de anuncios espectaculares en todo el estado.
Palabras más, palabras menos, mostró su extrañeza -compartida por gran parte del “círculo rojo” en Puebla- porque la denuncia de Ana Tere sólo se haya enfocado en Mier cuando tanto Alejandro Armenta como Julio Huerta no cantan mal las rancheras.
El dirigente nacional de Acción Nacional dijo, textualmente:
“Lo primero que quiero decir es que es una desfachatez toda la vulgar publicidad y desvío de recursos, peleándose por la postulación; ese dinero de dónde está saliendo, festejo que ya se haya denunciado a Mier y espero que no me falte el voluntario para que también denuncien a Armenta“.
¿Así o más claro?
Es decir, Marko Cortés aplaudió que se haya denunciado a Mier por el obvio derroche propagandístico, pero mostró públicamente su extrañeza sobre la omisión de Ana Teresa Aranda sobre Armenta y Huerta, confirmando las sospechas que existen sobre que a la panista no la mueve una legítima preocupación ante el abuso, sino que realmente está haciendo el trabajo sucio a uno de los rivales de Nacho Mier.
Será cuestión de días para ver si el “coscorrón” del dirigente del PAN surtió efecto y de repente Ana Tere presenta la geolocalización de todos los anuncios de Armenta y Huerta, el cálculo del gasto que han hecho hasta la fecha y corre al INE o al IEE a denunciarlos por rebasar topes de campaña… antes de que hayan comenzado las campañas.