EL FUTURO DE LILIANA ORTIZ
Arturo Luna Silva
Sí, en efecto. No sólo es uno de los principales activos del presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, sino su mejor crítica y una compañera y consejera puntual que ya tiene claro hacia dónde se dirige su ruta política.
Son totalmente correctas las versiones que se han publicado -en especial la de la columna “En Punto” de El Sol de Puebla- que afirman que Liliana Ortiz Pérez, presidenta del Sistema Municipal DIF (SMDIF), será candidata a diputada federal por la vía plurinominal del Frente Amplio por México.
De hecho, ese es uno de los requisitos que ha planteado con toda firmeza el edil capitalino a Marko Cortés, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, para terminar de aceptar la candidatura al gobierno del estado, tema sobre el que sigue teniendo dudas.
La diputación apartada -o solicitada- para Liliana Ortiz es una posición sumamente importante para Eduardo Rivera.
Y no sólo por lo que implica en lo personal, sino en lo político: nadie sabe realmente qué va a pasar el domingo 2 de junio de 2024 y, de alguna forma, la curul aseguraría la supervivencia del grupo riverista.
Eduardo Rivera y su esposa son más que un equipo: han caminado juntos durante décadas y los cargos públicos ocupados por él no pueden explicarse sin la labor y la constancia de ella.
Fue en agosto pasado, en Yucatán, al asistir al informe del presidente municipal de Mérida, Renán Barrera, donde el alcalde de Puebla abrió la negociación con Marko Cortés.
Eduardo Rivera condicionó su aceptación a la candidatura al gobierno del estado a cambio de una cuota fija de diputaciones federales -entre ellas la de su esposa- y locales, además de la mitad de las regidurías del próximo Cabildo de Puebla.
Marko Cortés le dijo que sí, sobre todo a lo de Liliana, y quedaron de sentarse en su momento para revisar y acordar el resto, pues hay otros grupos y factores a tomar en cuenta.
No fue casual que, a finales del pasado mes de septiembre, con motivo de su segundo informe de labores al frente del SMDIF, Liliana Ortiz desplegara una campaña de promoción por aire y por tierra pocas veces vista para la posición honoraria que ocupa, pues hasta se colgaron anuncios espectaculares en puntos estratégicos de la ciudad.
Tampoco fue fortuito el mensaje político que “Lili Ortiz” envió durante su discurso y que entonces muy pocos entendieron.
“Contigo es posible y vamos por más”, subrayó.
Y viendo fijamente a su marido, remató:
“Porque con tu esfuerzo, amor, has hecho que toquemos y transformemos almas y vidas; por eso reitero, Eduardo Rivera, que contigo es posible, con esa determinación, profesionalismo y sobre todo pasión por nuestra vocación, vamos por más”.
Hace unos días, durante una entrevista con el periódico Central, Liliana Ortiz fue interrogada sobre sus aspiraciones políticas.
No se explayó, incluso capoteó el asunto, pero sí dejó una frase que, bien leída, ayuda a confirmar lo que ya se comenta con insistencia en los pasillos de Palacio Municipal.
“Lalo Rivera es el político, pero yo soy la politóloga”, aclaró, para los escépticos.
Efectivamente, Liliana Ortiz es politóloga por la UPAEP, donde conoció a su esposo, así como maestra en familia por la Universidad De Santiago de Compostela, pero sobre todo es una mujer mesurada e inteligente, que ha hecho un muy digno papel las dos ocasiones que ha tenido la oportunidad de encabezar los esfuerzos del DIF Municipal y que ha sido clave en todas las etapas políticas de su pareja.
Se sabe que Liliana Ortiz ha sido medida ya en algunas encuestas y alcanza niveles de conocimiento bastante aceptables, incluso superiores a muchos de quienes ya sea en el PAN o en Morena aspiran a la alcaldía.
Liliana Ortiz tiene eso que no se compra en la tienda de la esquina (capital político propio) y por eso, y muchas razones más, no será raro verla como candidata a diputada federal por la vía plurinominal al tiempo que hace campaña al lado o de forma paralela de quien se perfila como el candidato de la oposición al gobierno del estado.
Por cierto, la decisión final de Eduardo Rivera sigue dependiendo del desenlace en Morena en cuanto al personaje que resulte candidato o candidata a la gubernatura, un acertijo que está entre los cuatro perfiles propuestos por el Consejo Estatal (Ignacio Mier, Olivia Salomón, Julio Huerta y Liz Sánchez) y los otros cuatro que seguramente incluirá la Comisión Nacional de Elecciones (Alejandro Armenta, Claudia Rivera, Rodrigo Abdala y Rosario Orozco o Norma Layón).
Sólo eso espera el alcalde para pronunciarse ya por fin, abiertamente, y sólo eso podría hacer que el camino de Liliana Ortiz fuera diferente que el que lleva a San Lázaro.