Un tal Eduardo me llama
LeslyMellado
La contienda electoral para la gubernatura de Puebla en 2024 avanza en medio de la confianza en el ala morenista de una victoria que descansa en las encuestas que los tienen en las nubes y las transferencias directas a la población (vía pensiones y becas).
Parecen olvidar lo que sí tiene claro el líder nacional de Morena, Mario Delgado: “AMLO no va a estar en la boleta electoral”.
Las reglas electorales han sido zarandeadas por todos los bandos, sin embargo, podrían ser definitorias en contiendas cerradas como podría suceder en la zona metropolitana de Puebla donde el blanquiazul tiene su voto duro.
Mientras los suspirantes del partido guinda a despachar en Casa Aguayo y/o en el CIS Angelópolis se entusiasmaron con bardas y espectaculares, el panista Eduardo Rivera desplegó campañas telefónicas.
Seguramente, el alcalde de la capital poblana dirá que él no es el autor, patrocinador ni pagador de la estrategia, pero es a su favor o, al menos, lo intenta.
Un par de días después de su segundo informe de gobierno (15 de octubre) en el que declaró estar listo para ir por la gubernatura iniciaron las llamadas a todo el estado.
La primera parte de la campaña de posicionamiento vía llamadas telefónicas incluyó una descripción de las obras realizadas en Puebla capital, como para animar a los serranos y mixtecos a que ese “progreso” llegue a sus municipios.
Una semana después, lanzaron una segunda estrategia. El mensaje era palabras más palabras menos: ¿Sabías que Xóchitl Gálvez apoya al gobierno de Eduardo Rivera? y ¿Te gustaría que fuera candidato?
Este mes de noviembre, siguieron marcado a los teléfonos fijos y móviles de todas las regiones con mensajes focalizados de acuerdo a los problemas municipales. Ahora, con la oferta de anotar las propuestas ciudadanas para que las materialice cuando sea gobernador.
Después de recibir más de diez llamadas telefónicas y escuchar los promocionales del panista decidí marcar la opción de hablar con un gestor. Primero me pidieron manifestar la petición para Lalo, pero preferí preguntar por su campaña. Entonces, explicaron que se “hicieron” (no compraron) de una base de datos telefónicos que los ciudadanos voluntariamente dieron a algún banco o tienda, que Eduardo Rivera Pérez es inocente pues no tiene que ver con las llamadas, que el centro de propaganda telefónica es pagado por una asociación civil llamada Juntos por Puebla sin domicilio físico porque todo lo hacen por internet, que los salarios de los operadores son pagados por una misteriosa y benevolente persona que desea lo mejor para Puebla y cuyo nombre no puede ser revelado porque no le gusta hacer gala de su filantropía.
Eduardo Rivera Pérez es el virtual candidato del PRIAN para la gubernatura de Puebla, y si no es autor de las campañas telefónicas ¿por qué no inicia un proceso legal contra los que a su nombre hacen propaganda política?
Y la otra duda ¿por qué desde Morena no se ha criticado el despliegue publicitario del panista?